Tu habilidad para vender, persuadir, negociar y convencer a otros, afecta todos los aspectos de tu existencia,  y cada día tienes que convencer a alguien sobre cualquier cosa, haciendo de las ventas, una actividad esencial de tu vida, aunque no te percates de ello.

Muy especialmente, en el mundo de los negocios, aunque no de forma exclusiva, tu habilidad para convencer a terceros te conducirá al éxito, y su ausencia muy probablemente al fracaso.

Vender no es solo convencer para que adquieran tu producto, es persuadir a otro de cambiar de opinión mostrándole las ventajas de las razones que le presentas.

Es la capacidad de alcanzar acuerdos satisfactorios para ambas partes al tiempo que obtienes beneficios, sin que tu contraparte sienta o perciba que pierde algo y por el contrario, está consiguiendo lo que quiere y necesita.

Hay quienes califican vender como un arte y tal apreciación es bastante acertada si tomas en cuenta que el término incluye desde exponer una idea y debatirla, hasta intercambiar bienes y servicios, pasando por obtener financiamiento para tu negocio o adquirir un bien.

Ten en cuenta que vender, negociar, persuadir, convencer o como decidas llamarlo, se relaciona con cualquier aspecto de tu vida y de la de todos, por lo que tu grado y capacidad de influir en tu contraparte incide positiva o negativamente en la posibilidad de éxito, sea cual sea la meta que te plantees.

Las ventas son, además, un paso ineludible para quien produce un bien o presta un servicio. Producir y no vender es la receta perfecta para el fracaso.

Un buen vendedor

Pero ¿qué hace a un buen vendedor? Con demasiada frecuencia el común de la gente asocia “vendedor” con un potencial estafador o con alguien dispuesto a presionarte hasta agobiarte con tal de que adquieras su producto, y ambos estereotipos no reflejan, en absoluto, la verdadera naturaleza de un buen vendedor.

No hace falta magia, y tampoco “nacer” vendedor, pero sí estar atento a ciertos detalles que te permitirán hacer conexión con el potencial cliente, para que esa oportunidad de presentación del producto se convierta en una venta.

  • Reconoce lo que tu cliente realmente quiere. En condiciones de mercado, como las actuales, en las que existen muchos productos que ofrecen satisfacer la necesidad de quien lo consuma, un cliente no buscará solo comprar lo que necesita si no también lo que quiere y le ofrezca una satisfacción superior, emocional, no solo básica. Busca un producto que le haga feliz, le haga sentir perteneciente a algo más grande que él, que eleve su estatus.
  • Descubre lo que puede desencadenar un impulso o un deseo y acciónalo. Lograr que el cliente tome una decisión de compra a tu favor dependerá de tu capacidad para hacer que te lo quiera comprar a ti y no a otro y eso se logra con confianza. Demuéstrale que tienes la capacidad y el deseo de ayudarle a resolver un problema. que su necesidad te importa. Si no confía en ti, si no te muestras seguro de lo que dices, buscará en otro lugar.
  • No le vendas al cerebro, véndele al corazón. Con mucha frecuencia, los potenciales clientes toman sus decisiones de compra basados en lo emocional y no en la lógica, por lo que es necesario considerar que todos tus argumentos, buenos y fuertes, sobre por qué tus clientes deben comprar un producto o servicio en particular los tienen otros vendedores y los usarán. La diferencia la hará tu capacidad de conectar con sus emociones y ayudarlos a sentir que están tomando la decisión correcta.
  • Conoce a tus clientes. Un buen vendedor tratará de conocer tres aspectos importantes: Quién es la persona a la que intenta venderle, cuáles son sus problemas, inquietudes, gustos, y disgustos y cuáles son sus deseos, preocupaciones o temores en relación con el producto o servicio que le ofreces. Esta es la única manera de conectarse con sus necesidades e inquietudes reales y buscar la manera de satisfacerlas. Pregunta todo lo que necesites saber para conocer a tu cliente y obtener la información que te permita cerrar la venta. Tus preguntas muestran que estás realmente interesado ​​en tus clientes.
  • Pon atención a los detalles. Escuchar para luego hacer preguntas inteligentes, ayudará a hacer la conversión de prospecto a Muchos vendedores hablan sin parar y no se detienen a escuchar lo que sus potenciales clientes tienen para decir. Ir al grano y decir las cosas como son es la mejor estrategia. Si escuchas, el prospecto te dirá cómo lograr que le vendas, paso a paso. Si esperas una respuesta rápida o un precio competitivo y lo escuchas estarás listo para cerrar el trato.

Vender es una herramienta muy importante para alcanzar la libertad financiera, puede ser la forma de capitalización que te permita desarrollar herramientas pasivas de generar ingresos y otras estrategias para alcanzar la calidad de vida que esperas para ti y tu entorno.

Como cualquier otra habilidad, es posible aprender a vender, la decisión de hacerlo es solo tuya y no hay mejor momento para decidirse a actuar que el presente.