Una rutina sencilla para mejorar tu rendimiento es desterrar el desorden y tener tu área de trabajo no solo limpia, sino con todo lo que vas a necesitar a la mano.

Se tiende a pensar que un escritorio en desorden o caótico es el habitual sitio de trabajo de personas altamente intelectuales o muy creativas, alentados quizás, por la gran publicidad que se le brindó al icónico escritorio del genio del Siglo XX, Albert Einstein, donde trabajó en medio de montañas de papeles sin orden aparente y todos garrapateados con anotaciones al margen, junto a cartas personales, ideas que se le ocurrían, correspondencias de diplomáticos, alumnos, periodistas o catedráticos.

Nada más alejado de la realidad. Un sitio de trabajo desorganizado es infuncional, produce estrés y evita la concentración.

Un escritorio ordenado es clave para ahorrar tiempo. Toma cinco minutos antes de comenzar tu jornada laboral, en especial si tienes que preparar un informe o presentar algún proyecto ante tus directores, para  alejar de tu escritorio las carpetas por archivar, las facturas, las notas sobre asuntos que debes asumir, los vasos de te o café que hayas tomado o cualquier otro objeto que no requieras para la actividad que vas a empezar.

Del mismo modo,  el no tener sobre tu escritorio las carpetas necesarias, la calculadora, el calendario, y todo aquello que necesites para el trabajo que estás desarrollando, también hace que pierdas un tiempo valioso levantándote de tu escritorio para buscar cosas que ya deberías tener a la mano.

Echa un vistazo al área donde trabajas, si está organizado y limpio, no puedo más que felicitarte, pero si por el contrario, la mayoría del tiempo lo tienes desordenado, es un claro reflejo de ti mismo, de tus pensamientos o rutinas.

Es hora que sigas estos consejos para mejorar tu productividad y  tiempo:

1.- Retira de tu escritorio todo aquello que no esté relacionado con tu trabajo. Eso quiere decirque los dibujos de tus hijos, o la correspondencia personal, o aquellos adornos y objetos de colección que no sirvan de herramienta en tu tarea, deben desaparecer.

2.- Archiva lo necesario y digitaliza la mayor parte de los papeles. Evitará gastar espacio y te permite tener todo a un click de distancia sin que estén reposando sobre tu escritorio.

3.- Usa todo aquello que te permita clasificar u ordenar: bandejas de papeles, cubos de lápices, imanes y un organizador de pared. Pequeños elementos hacen grandes diferencias.

4.- Si al bolígrafo se le acabó la tinta, bótalo de una vez, nunca logro entender la manía de algunos ejecutivos de tener cubos de lapiceros en su escritorio que no tienen tinta.

5.- Haz una rutina del orden y acopio del material necesario cada vez que vayas a llevar a cabo alguna actividad. Esos cinco minutos previos sirven como ritual de concentración y foco en la tarea que vas a emprender y te ahorrará mucho tiempo.

Al seguir estos simples pasos, te será más sencillo comenzar a trabajar, y te sentirás más a gusto, y sin lugar a dudas, eso tiene un impacto positivo en tu ánimo y el resultado será evidente.