Como parte de mi proceso de aprendizaje, me resulta efectivo tomar un concepto amplio y desmenuzarlo, plantearme sus distintas implicaciones y encontrar las claves para ayudarme, y ayudar a los demás a entender el verdadero alcance de ese tema. De la lectura suelo tomar ideas y reflexiones para luego cotejarlas con mi entorno y las experiencias del día a día.

El concepto que escogí desarrollar, en esta oportunidad, es el liderazgo, y descubrí que hay una marcada tendencia a pensar que “Líder” y ser “Jefe” es lo mismo, y no es así. Porque para demostrar ser un líder no necesitas una etiqueta de jefe en el organigrama, se es líder cuando se es capaz de influenciar, si logras desarrollar y ejercer influencia en otros te convertirás en líder sin importar la posición que ocupes.

Incurres en un grave error si te sientas a esperar el cargo para ser líder. El liderazgo tiene que ver con la excelencia de tu trabajo y de tu actitud, se trata de efectuar tus tareas y ejercer tus funciones magníficamente, indistintamente del puesto en el que te encuentres. También se trata de estimular a cada una de las personas con las que trabajas y a las que atiendes porque, recuerda, no necesitas un cargo para ser líder.

El concepto de liderazgo se tiende a asociar solamente con el trabajo o los negocios, cuando, en realidad, el liderazgo se ejerce en todos los ámbitos de tu vida.

Otra tendencia, que también logro desmenuzar, es creer que el concepto de liderazgo se amarra solamente con el trabajo o los negocios, cuando, en realidad, el liderazgo se ejerce en todos los ámbitos de tu vida, en todo ambiente donde ejerzas influencia, claro que el trabajo es uno de ellos, pero también lo es el hogar, frente a tus hijos,  tu esposa,  tus amigos, frente a tus compañeros de deporte o de hobbies, en fin, se ejerce el liderazgo en todas las relaciones. Este concepto es aplicable en cualquier ámbito o nivel,  porque no hay nada más democrático que el liderazgo, cualquiera lo puede ejercer.

Más que un cargo, lo que tú, como líder, necesitas en realidad es:

  • Dar lo mejor de tí mismo cada día
  • Practicar siempre el don del buen ejemplo
  • Atreverte a propiciar cambios aun cuando las condiciones sean adversas
  • Tratar a todos con respeto, aprecio y bondad.
  • Innovar, replantear constantemente métodos de trabajo y hacer las cosas mejor cada día.
  • Ser auténtico, ser tú mismo, congruente y consecuente en todo momento, respetando tus principios y valores.
  • Actuar con ética, ser honesto, íntegro y digno de confianza
  • Convertirte en parte de la solución y no del problema
  • Priorizar, saber distinguir entre lo realmente importante y lo apremiante, y actuar en consecuencia.
  • Saber escuchar
  • Reconocer lo positivo de quienes te rodean
  • Aplicar la ley de la reciprocidad, entender que lo bueno retorna, pero lo malo también.

Estas son solo algunas claves que resumí para tu uso, para que las pongas en práctica y actives ese líder que yo sé que hay en ti.

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Reconociendo ese líder interno, y fortaleciendo las capacidades de liderazgo en cada uno de los miembros de tu equipo de trabajo, estás potenciando tu negocio hacia el éxito.  Porque el éxito es responsabilidad de todos en la empresa, desde el personal de mantenimiento  hasta el más alto cargo ejecutivo. Todos, ejerciendo con excelencia sus tareas y sus roles, están aportando al crecimiento del negocio.

Conoce las 4 Características de un Líder

De esta lectura recuerda y fija en tu mente que, para liderar, no hace falta una autoridad, solo el deseo de implicarse y el compromiso de dejar una huella positiva en el mundo. Y, también, ten presente el vínculo inseparable, que siempre debe existir, entre liderazgo y excelencia. La Madre Teresa de Calcuta lo reflejó, perfectamente, en una sola frase: “Si cada uno barriera la puerta de su casa, el mundo estaría limpio”.