La ley del Turco Mecánico señala que, cualquier proyecto, por complejo que sea, si se rompe en partes suficientemente pequeñas y simples, puede ser ejecutado con un coste netamente inferior.

Esta ley debe su nombre a una ilusión mecánica inventada en 1770, por Wolfgang von Kempelen, para simular a una máquina que jugaba ajedrez y que era capaz de vencer a las mentes más sabias de la época, pero que en realidad, quien activaba todo el mecanismo y planificaba las jugadas era un experto ajedrecista escondido dentro de este aparato.

Si lo traemos a la era de hoy, es la sabiduría colectiva que existe y persiste tras sistemas de masificación y producción de tareas en serie, como lo son estos gigantes globales de la información, de los envíos y de servicios de transporte que conoces hoy.

La Ley del Turco Mecánico nos revela que todavía hay tareas que son muy difíciles de superar por las máquinas, y que es posible incorporar esta masiva inteligencia humana para brindar un mejor producto o servicio.

Es un principio que ha sido replicado con éxito por grandes corporaciones como Wikipedia o Amazon.

Aplicando la ley del Turco Mecánico cualquier proyecto si se rompe en partes pequeñas y simples, puede ser posible. Es un principio que ha sido replicado con éxito por Wikipedia o Amazon.

Como toda innovación, Wikipedia surgió para dejar atrás las costosas enciclopedias, el mayor libro de consultas de todos los tiempos. Eran grandes y pesados tomos, cuya producción recaía en unas pocas personas quienes investigaban, recopilaban información, redactaban y editaban textos e imágenes, invirtiendo muchas horas de trabajo y con unos muy altos sueldos.

Este sistema de recopilación y masificación de la información quedó atrás, y con la incursión de Internet, más la iniciativa de Jimmy Wales y Larry Sanger, se hizo realidad a la mayor y más popular obra de consulta en Internet, ubicándose hoy día entre los 10 sitios webs más populares del mundo.

¿Qué hizo en realidad Wikipedia para erigirse en el sitio que es hoy?: Crecer con fuerza mediante el trabajo coordinado, de forma flexible, de millones de personas haciendo contribuciones con una pequeña parte del todo. En otras palabras, aplicó la ley del Turco Mecánico , al dividir la pesada tarea de recopilación y redacción del contenido en millones de proyectos de una sola frase o párrafo, a millones de colaboradores.

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Amazon fue más allá y tomó la idea del ajedrecista oculto tras una máquina, para crear un servicio con el mismo nombre. Una página web llamada Turco Mecánico que atiende solicitudes de información o tareas de una persona o empresas, esta procede a fragmentar su ejecución en miles de personas, un trabajo que no requiere ninguna interacción personal y a bajo costo. Son miles de hombrecitos ocultos tras toda la maquinaria, personas que no puedes ver, pero que se encargan de hacer todo el trabajo.

Al profundizar acerca de estos modelos que han funcionado a la perfección, tras estos gigantes globales, me motiva a hacer varias reflexiones y precisiones.

• El desarrollo de las tareas vitales para el éxito de toda organización, siempre estará en manos de la mente humana.

• Un gran proyecto puede ser dividido en pequeñas tareas realizadas por diferentes personas, y puede resultar más exitoso. Esto es especialmente bueno en el área de ventas. Puedes dividir tu sistema de ventas de manera que sea una persona quien valide tu base de datos (puede ser un practicante), otro quien haga la peineta llamada para obtener la cita, otro quien vaya a la cita a cerrar y otro que se encargue que mantener el CRM al día.

• Con un buen sistema, el trabajo humano colectivo puede llevar a cabo tareas realmente asombrosas.

• Para trascender y aspirar ser más que una pieza de la maquinaria, debes romper con la mentalidad y el modelo de formación que impone la educación tradicional como conformidad, docilidad y obediencia y abrirte a esquemas poco convencionales.

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• Debes convertirte siempre en alternativa e innovación, para ello debes aprender una nueva filosofía de vida con una extraña fusión de visión, deseo, empuje, pasión, paciencia y humildad, esta última virtud será vital para entender que nunca sabes lo suficiente y lo sano será preguntar, sentir curiosidad por aquello que no se conoce.

Espero que estas notas te sean de utilidad para despertar en ti ese espíritu de curiosidad que nunca debe apagarse. Y siempre pregúntate qué quieres ser: ¿La mente que inspira, que crea o una pieza más del sistema? ¿Quién creó Wikipedia o uno de los miles de colaboradores que lo hacen posible?