«Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría». Mario Vargas Llosa, premio nobel de literatura.

Mucho se ha escrito acerca de los beneficios que trae consigo leer, pero como apasionada y entusiasta activista de la lectura, nunca me cansaré de referirme al tema y sembrar por doquier el hábito de leer. Una práctica que no solo te ayuda a incrementar tu concentración, aplicar y crecer en función de lo aprendido, enriquecer tu vocabulario, sino que además con ello puedes prevenir el deterioro cognitivo.

En mi experiencia personal los libros han sido fuente de inspiración, nuevos conocimientos y bienestar, soy disciplinada, y como tal, trato de mantener un ritmo que me permita leer, en promedio, tres libros en el mes, o sea, 36 libros al año. Este ritmo de lectura ha sido una de mis claves para dirigir, desde hace ya siete años, cinco clubes de lectura dentro de ActionCOACH, como el Bookglers, el LadyBook, PearlBook, el Action Readers y el FamilyBook.

Entre otros beneficios, la lectura te ayuda a agudizar tu astucia, estimular el intercambio de información y conocimientos, la percepción, la concentración y la empatía, además de propiciar la imaginación y mejorar las habilidades de expresión, lectura y lenguaje.

La lectura es una práctica que no solo te ayuda a incrementar tu concentración, aplicar y crecer en función de lo aprendido, enriquecer tu vocabulario, sino que además con ello puedes prevenir el deterioro cognitivo.

En este punto quiero ahondar más, en los beneficios que en ti puede generar la lectura, recuerda que te dije que era una entusiasta activista de esta práctica:

Es una valiosa fuente de experiencia. Con la lectura puedes vivir y aprender nuevas experiencias, enseñanzas de éxitos y fracasos. Puedes conectar empáticamente con los personajes, identificarte con su dolor y sus alegrías.

Es un simulador de la realidad. Así es la lectura, un simulador de la realidad que puede abrirte los ojos y la mente hacia nuevos puntos de vista, a entender diferentes situaciones y contextos con sus características y personajes particulares. Mediante la experiencia narrada de otros puedes experimentar sus éxitos y sus fracasos, y lo más importante, aprender de ello.

Te ayuda a vencer el fracaso. Son innumerables las herramientas que puedes encontrar en la lectura sobre el fracaso, sobre cómo aprender a superarlo, cómo fortalecerte y hacerte más fuerte para alcanzar el éxito.

La lectura vence a la edad. Leer es un hábito que beneficia a todos, sin distingos de edad, condición, ni preferencias del lector.

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Me encanta pensar en la lectura como un elíxir para vivir con más sabiduría y generosidad, y es por ello que he resumido una serie de consejos para hacer de ti un ávido lector y compartir contigo este maravilloso placer de la lectura. 

Disfruta la lectura. Cuando te dispongas a leer un libro, un ebook o un audiolibro, hazlo porque así realmente quieres hacerlo, asúmelo con actitud positiva, sabiendo que la lectura tendrá efectos positivos, tanto en tu estado de ánimo, como en tu personalidad. Nunca lo hagas sintiendo que se trata de una tarea u obligación. 

Créeme, sí tienes tiempo para leer. Suelta de vez en cuando el móvil y substitúyelo por un buen libro. Te darás cuenta de que la falta de tiempo termina siendo una simple excusa para no leer. Leyendo aumentas tus niveles de empatía y te haces más productivo, logros que no obtendrás absorto en tu móvil. Ten en cuenta que si las personas más ocupadas y exitosas del mundo, lo hacen, ¿por qué tú te inhibes de hacerlo?

Hay un formato para ti. Encuentra el formato de lectura ideal para ti. Claro que tener un libro en las manos tiene su magia y muchas personas prefieren mantener su hábito de lectura sujetando un libro entre sus manos, otros, —más pragmáticos— prefieren llevar su libro en su teléfono inteligente. Mientras que hay otro grupo de lectores que sienten predilección por los audiolibros, aquellos que aprovechan el tiempo a bordo de su vehículo, o mientras hacen sus ejercicios, para seguir, mediante el recurso del audio, esa historia que tanto los cautivó. Por lo que te invito a experimentar todas estas opciones y encontrar el formato que más se adecúe a tus gustos y a tu estilo.

Establece tus propias metas y tu propio plan de lectura. Si estudiamos los hábitos de lectura de grandes y exitosos empresarios, nos encontramos casos como el de Fabrice Grinda, un emprendedor tecnológico que lee 100 libros al año, o Naveen Jain, un empresario y filántropo que fundó Moon Express, un startup de Silicon Valley, a quien le gusta despertarse a las 4 de la madrugada para leer libros durante tres horas.

Día Internacional del Libro

Para llegar a ser un ávido lector y ser exitoso, no necesariamente debes trazarte esas mismas metas, mi recomendación es que debes evitar fijarte en estas expectativas poco realistas y estos objetivos intimidantes.

Inicia poco a poco, así comencé yo, y logré mi ritmo de 36 libros al año.

Prueba la regla 50. Una forma de decidir cuándo hacer un libro a un lado, es aplicando la regla de las 50 páginas. ¿Qué significa esto? Lee, como norma, las 50 primeras páginas del libro, y si al llegar a esta altura de la lectura no sientes felicidad, motivación o curiosidad, entonces déjalo.

La regla 50 para seleccionar libros también aplica para aquellas personas que tienen más de 50 años, en la medida que avanzan los años los criterios de lectura tienden a ser más selectivos, por una lógica, y es que en la medida que cumples años, la vida se hace realmente demasiado corta para leer malos libros.

¿Cuántos innovadores de hoy no han encontrado su inspiración en la lectura? Esa es la pregunta que te invito a hacerte cada vez que dudes del poder de un buen libro.

Solo espero que luego de esta lectura y estos consejos mires de otra manera a ese libro que te espera en tu biblioteca o en tu tableta, y logres verlo como lo que es, una fuente infinita de conocimiento y un elíxir de sabiduría y generosidad.