¿Te ha pasado que te has esforzado para sanear las finanzas de tu negocio, poner los números en orden, trazar la ruta para hacerlo crecer, cumples el paso a paso en este propósito?, y sin embargo, al poco tiempo de haber alcanzado esta meta, sientes que retrocedes, el equilibrio que habías alcanzado en las finanzas se pierde, y ante ello, te enfocas en buscar culpables, culpas a la economía global, se lo atribuyes a tus clientes y hasta a tu equipo de trabajo, miras hacia afuera, pero no te percatas de que el verdadero responsable, el principal enemigo eres tú mismo.

Eres el responsable, porque incurriste en una serie de errores que pensaste que no impactarían en las finanzas, que te esforzaste en un primer momento en sanear.

Para entender en su justo contexto estos errores y estas malas prácticas es pertinente recordar acá los pasos necesarios para transformar un negocio de un “monstruo come efectivo” a una “máquina de hacer dinero”.

En este propósito debes, en primer lugar, separar inteligentemente tus ingresos y priorizar las ganancias, así como operar eficientemente y al menor costo, además de ello:

Para evitar errores y  malas prácticas  que te permitan mantener sanas tus finanzas, es pertinente recordar los pasos necesarios para transformar un negocio de un “monstruo come efectivo” a una “máquina de hacer dinero”.

1. Identificar el flujo de dinero desde su ingreso, para detectar dónde estaban las fugas.
2. Establecer un orden y porcentaje al destino de tus depósitos, primero para depositar las utilidades, luego tu sueldo, después los impuestos, y al final, a los gastos operativos.
3. Blindar la cuenta de las utilidades, para evitar caer en tentaciones.
4. Establecer un ritmo financiero, mediante la definición de un calendario para el pago de las cuentas, para lograr el control de los ingresos y utilidades.

Cumplidos estos cuatro pasos, te corresponde ser disciplinado y persistente, de lo contrario, despertarás al monstruo come dinero.

Ahora bien, quiero que, a partir de este momento, identifiquemos juntos esos errores, para así ayudarte a que retomes el camino y recuperes tu negocio.

Cuatro ojos ven mejor que dos. La acción de cumplir un plan o sistema con alguien más, garantiza que cada quien haga su parte, que haya mayor control y fiscalización de los procesos. Tener con quien compartir la responsabilidad garantizará el éxito. Hacerlo solo es el mayor error que cometen los empresarios al implementar un sistema de finanzas saludable.

No te excedas en tu ambición. Es un error común de los noveles empresarios que inician su sistema de saneamiento de finanzas asignando 20 % o incluso 30 % para sus cuentas de ganancias desde el inicio, pero al mes siguiente se dan cuenta de que no pueden darse ese lujo y sacan ese dinero para pagar las cuentas, lo cual daña el proceso completo.

Por lo tanto, mi recomendación es ser estricto, distribuir las ganancias y no tocarlas, así que cuando estimes tus números debes asegurarte de que tu negocio pueda soportar la reducción correspondiente del ingreso de operaciones. Ten presente que la meta de incrementar ganancias debe estar ligada a ser más eficiente.

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Empieza con un pequeño porcentaje y no caigas en la trampa de apartar demasiada ganancia, para luego tener que regresar la mayor parte a tu cuenta de gastos de operación, cuando llegue el momento de pagar la nómina.
Comenzar lento te obligará a buscar formas de ser cada vez más eficiente en lo que haces.

Crece, pero también gana. Muchos caen en la falsa creencia de que primero deben crecer y luego aspirar a ganar, esto es falso porque las ganancias y el crecimiento van de la mano. Las empresas más saludables averiguan primero cómo ser rentables de manera consistente, y luego hacen todo lo posible para crecer conforme a eso.

Mira bien los costos a reducir. Puedes incurrir en el error de reducir los costos equivocados. No debes eliminar todos los gastos. Se necesita invertir en activos, porque son estos los que dan más eficiencia a tu negocio al permitirte obtener más resultados a un menor costo. Así que, si un gasto te facilita obtener mejores resultados, no lo elimines o reduzcas, busca formas de reducir otros costos.

Olvídate de la palabra “reinvertir”. Con este término los empresarios intentan justificar el retiro de dinero de las cuentas destinadas a otros fines y ese acto, si no te percatas bien, es una señal de alerta de que las cosas no andan bien.

Cuatro Pasos para el Éxito

Cuando no tienes dinero suficiente en tu cuenta de gastos de operación para cubrir los consumos, es un indicativo de que tus gastos son demasiado altos y necesitas encontrar una forma de arreglarlo. Otro error es seguir recurriendo a las tarjetas de crédito para operaciones cotidianas, generando deudas. Mi recomendación es dejar de usar las tarjetas de crédito y reservarlas para emergencias legítimas o alguna oportunidad de compra.

Ten presente que lo único que necesitas reinvertir son tus ideas, no el dinero.

No compliques lo simple. El sistema de saneamiento de tus finanzas te establece claramente unos pasos a seguir, da nombre, destino y orden a las cuentas, te guía para identificar las fuentes, pero también las salidas del dinero. En razón de ello, no compliques el sistema. No desvíes el destino del dinero y no confundas las cuentas.

El camino para alcanzar unas finanzas saludables y mantenerlas, no es fácil, los valores claves para lograrlo son disciplina y perseverancia.

Si te decides a transitar por esta senda, recuerda que no es recomendable hacerlo en solitario, la mejor manera es con el acompañamiento y la guía de un actionCOACH, un profesional de negocios que te asesorará para que no incurras en estos deslices financieros, y de hacerlo, puedas corregir el camino y retomar la ruta hacia un negocio saludable.