Descubrir una oportunidad donde otros solo vieron problemas, desarrollar una estrategia efectiva, aplicarla y corregirla hasta que funcione de la manera más eficiente para alcanzar la meta son, a grandes rasgos, las lecciones que el mundo empresarial y toda persona puede aprender de Hugh Hefner.

Independientemente de que nos guste o no lo que Hefner hacía o el tipo de negocio que desarrolló, hay principios importantes que llevó adelante, iniciando con una idea revolucionaria y retadora, hasta convertirla en un imperio multimillonario.

Al momento de su muerte, la revista Playboy cuenta con ventas anuales estimadas en mil millones de dólares, que le habrían generado a Hefner una fortuna personal de 43 millones de dólares y un capital intangible, basado en su prestigio, que le permitió vender su mansión, por la que había pagado 1,1 millones de dólares, en 100 millones.

En este artículo vamos a obviar la polémica detrás del personaje. Te invito más bien a fijarte en lo que logró con su ingenio y habilidad para los negocios.

Cambió el mundo

Resulta innegable su impacto en la cultura moderna mundial. Para darle contexto a su forma de hacer negocios, visualicemos el contexto en el que vivía Hefner cuando decidió abandonar su trabajo en la afamada revista Esquire.

Era mediados del siglo XX y Estados Unidos de Norteamérica se caracterizaba por ser una nación de cultura rígida en la que no había grandes espacios para la expresión individual que se saliera de las normas sociales de la época.

A pesar de ser educado para seguir esos mismos patrones y ajustarse a las exigencias sociales, Hefner decidió actuar de manera diferente, iniciando un negocio editorial en un tema completamente silenciado por los cánones sociales de entonces, y pudo en su giro de negocio particular, sortear dificultades, y terminó definiendo nuevos estándares de lo que significa el modelaje femenino para el mundo editorial. Posiblemente los Ángeles de Victoria Secret deben mucho de su éxito a los cambios que introdujo Hefner en la mentalidad americana.

Pero ¿Cómo lo logró Hugh Hefner?. Son 7 lecciones que podemos sacar de Playboy.

  1. En medio de una sociedad que negaba el derecho a la expresión pública de la sexualidad, Hefner fue capaz de identificar la necesidad de muchos hombres dispuestos a pagar por una solución, cumpliendo con una norma que los emprendedores deben tomar en cuenta: Descubrir qué quiere el público y proporcionárselo. Playboy le dio a los hombres de mediados del siglo XX una forma de expresión y concreción de sus fantasías como hasta ese momento no había ocurrido.
  2. Producto de Calidad. Hefner no se conformó con editar una revista clandestina, de baja calidad y de mal gusto, como las que podían conseguirse en el mercado hasta entonces. A pesar del giro de negocios, hizo hincapié en el buen gusto y la producción de calidad, creyendo y defendiendo su producto con convicción, seguridad y perseverancia. Muchas veces el éxito está detrás de las barreras que otros ven como reglas inamovibles.
  3. Construyó y consolidó una marca. Desde la imagen del simple y juguetón conejo con corbatín, la apariencia cuidada, la perfección de sus modelos, hasta los artículos obra de reconocidos escritores, así como entrevistas de gran valor a personalidades influyentes e importantes de cada año de circulación de la revista, Playboy es una de las marcas más reconocidas en el planeta.
  4. Apostó al crecimiento constante. Hefner se percató muy pronto que en el mundo de los negocios quien permanece estático, pierde su cuota de mercado, por lo que es importante crecer para asegurar la supervivencia de tu empresa. Del primer número de Playboy, con una fotografía de Marilyn Monroe en la portada, se vendieron 53.991 ejemplares, y al cabo de un año, vendía 200.000 al mes y tras cinco años de circulación, superó el millón de revistas vendidas mensualmente. Actualmente se venden 3 millones de ejemplares al mes solo en los EEUU. Una cadena de clubes Playboy o un reality sobre su vida personal y la de sus conejitas en sus últimos años de vida, fueron otros de los negocios que llevó a cabo Hefner.
  5. Siguió su sueño. A pesar de contar con un empleo en una revista de renombre que le aseguraba un sueldo con el cual vivir, en 1953, el joven y decidido Hefner lo abandonó, vendió algunas pertenencias y pidió prestado entres sus allegados hasta reunir el capital necesario para cumplir su sueño: lanzar su propia publicación. “La vida es demasiado corta para estar viviendo el sueño de otra persona”, dijo en una oportunidad.
  6. Logro diferenciarse del resto. No le bastó con desarrollar un producto distintivo, diferenciado del resto por su extremo cuidado con los detalles, si no que también fue auténtico, desarrollando una filosofía para su producto y viviendo en el ámbito privado según esa manera de entender el mundo. Su conejo con corbatín luce en casi cualquier objeto, joyas, sábanas, pendientes, ropa, vehículos, carros o incluso tatuado en la piel.
  7. Lucha contra la discriminación. Tuvo muchos detractores por el rol que le impuso a la mujer dentro de su empresa y además de ser su principal producto, Hugh Hefner continuó desafiando las costumbres y en su particular estilo, luchó por los derechos de minorías tradicionalmente discriminadas. En marzo de 1965 la portada de su revista publicó a una joven afroamericana, Jennifer Jackson, siendo la primera mujer de color en salir en una revista. En agosto de 1964 hacía lo propio con una conejita asiática y en 1959, cuando todavía estaban frescos los recuerdos de las atrocidades sufridas contra los judíos, Hefner publicó la primera playmate judía. Hefner también participó en una variedad de causas a beneficio de organizaciones que favorecen a muchas personas, como la Escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California a la que donó 2 millones en 2016, o en la recaudación de fondos para financiar la investigación sobre el autismo en el año 2013.

Estas lecciones que se desprenden del paso de Hugh Hefner por el mundo de los negocio son útiles para cualquiera que lleve adelante una empresa: seguir tu sueño, tener una meta, luchar por alcanzarla, expandirla todo lo que puedas, disfrutar el éxito y favorecer a tu entorno mientras lo haces, definitivamente son acciones que vale la pena emular. Estoy segura que tú también puedes hacer historia en los Negocios si consigues tener una visión tan clara de tus sueños como lo el fundador de Playboy.