Aquellas personas que han generado riqueza, tienen algunos patrones de comportamientos o paradigmas que vale la pena analizar.

Hacer dinero es posible, la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo lo confirma y demuestra que en todo el planeta, en cada país sean cuales sean sus circunstancias, cualquiera puede llegar a conseguir libertad financiera cuyo límite solo será el que le imponga su imaginación.

No hay ningún país en el mundo en el que no haya emprendedores exitosos y si estudias algunos casos de personas que han alcanzo el éxito financiero descubrirás que todos ellos tienen rasgos en común, tanto de visión del mundo como de conducta.

Al analizar sus vidas, se pueden deducir al menos 10 paradigmas que son comunes entre las personas exitosas. En esta primera entrega te explico cinco de ellos.

  1. Observar detenidamente para poder ver las oportunidades. Es indispensable saber mirar, utilizar un ángulo que hasta ahora nadie en tu entorno se haya atrevido a usar para poder descubrir la oportunidad que quieres y necesitas. Las oportunidades se presentan en cualquier circunstancia sin importar si es una época “buena” o “mala”, toda época es potencialmente buena para tu negocio y solo dependerá de las elecciones o decisiones que tomes, pero es necesario poder identificar cuáles son y qué posibilidades traen consigo.
  2. Tú puedes generar tu riqueza. No basta con tener dinero para ser rico y exitoso a través del tiempo, hacen falta hábitos de trabajo y en la forma de pensar. Una persona que se ha configurado a sí misma para el éxito, volverá a hacer dinero en caso de perderlo todo, está preparada para producirlo. Imagina si llegas a recibir una cantidad de dinero, pero ¿Podrías cuidarlo adecuadamente? ¿Sabrías cómo hacer para que permanezca contigo a través del tiempo? ¿Podrías incrementar ese dinero generando riqueza para ti y tu entorno? ¿Sabes ser rico y seguir siéndolo si perdieras ese dinero?
  3. Necesitas disfrutar lo que haces, es el único medio de perseverar en ello hasta alcanzar lo que te has propuesto. Grandes emprendedores coinciden que en parte de su fórmula para ganar dinero incluye no tener como objetivo solo ganar dinero si no disfrutar el camino de hacer realidad un sueño, estar convencidos de que podían aportar algo y sentir la necesidad de mostrarlo al mundo. La meta es cristalizar una idea que interese a muchos y muchos quieran pagar por ella y retribuirle a la sociedad las oportunidades que te ha brindado. El dinero llega por añadidura.
  4. Si otros pudieron tú también. Una buena parte de quienes hoy ostentan grandes riquezas comenzaron sin nada y construyeron su éxito convencidos de que nada les impediría lograrlo, que contaban con la visión y el empuje necesarios para ofrecer al mundo un producto útil para muchos y que ellos eran tan especiales como quienes ya habían alcanzado el éxito. Si cuentas con las mismas convicciones entonces lo único que te separa de la riqueza es lo que estés dispuesto a hacer para obtenerla.
  5. La riqueza es un camino que se recorre acompañado. No se alcanza el éxito desde una posición solitaria, conformar equipos orientados al éxito, comprometidos con una meta y con capacidad para ofrecer respuestas y soluciones aumenta las probabilidades de triunfar.

Un ejemplo de este último paradigma se encuentra en la historia de la Ford Motor Company. Mucho se ha dicho sobre el éxito de Henry Ford al lograr disminuir costos produciendo en masa, lo que le permitió lograr que el automóvil dejara de ser un artículo de lujo y ponerlo al alcance de más familias.

Pero con menos frecuencia se habla del equipo con el que contó Ford para hacer esto posible y entre los que destacaron Clarence Avery, desarrollador líder de la línea de ensamblaje; Peter Martin, jefe de ensamblaje; y Charles Sorensen, jefe asistente de ensamblaje.

Gracias al equipo que lo acompañó en la realización de su sueño, Ford no solo estableció esquemas de eficiencia nunca antes vistos en la industria, si no que mejoró las condiciones laborales de sus empleados pagando más y haciéndolos trabajar menos horas, atrayendo a los mejores a su empresa.

Si observas con detenimiento, de estos cinco paradigmas –y de los que incluiré en la próxima entrega-, se desprenden cualidades deseables para alcanzar el éxito, actitudes que necesitas fomentar en ti para lograr la meta de generar riqueza, solo hace falta que decidas hacerlo y comiences a actuar en consecuencia.