Un estado de ánimo calmo y relajado es ideal para poner tus ideas y prioridades en orden, así como para tomar mejores decisiones. A veces las actividades diarias pueden resultar agobiantes, pero es preciso separar un espacio de tiempo para calmar la mente, descansar el cuerpo y tomar un respiro que te llenará de energía.

El cúmulo de responsabilidades, los inconvenientes, y en general, los retos que te presenta tu vida personal y profesional, van cargando de estrés tu ánimo y tu cuerpo, e incluso puedes somatizar alguna preocupación con dolor de cuello o de espalda que te hace disminuir el enfoque, y bajar tu productividad y hasta perder tu disciplina.

Yo suelo reencontrar mi foco practicando Yoga, disciplina que ayuda al cuerpo y la mente a elevarse sobre los acontecimientos del día, ya que, a través de las posiciones que se deben asumir y la respiración apropiada, te produce paz y sosiego.

Una vez alcanzado ese estado de ánimo relajado, tienes la oportunidad de traer tus decisiones y tu comportamiento desde el subconsciente hacia la parte consciente de tu mente, lo que el libro de la “Autodisciplina de 10 Días”, de Theodore Bryant llama “escucharte pensar”.

Según Bryant, un esfuerzo sistemático de relajación te moverá hacia la autodisciplina, porque este descanso físico genera el estado psicológico que te permite poner a trabajar todas las herramientas de la mencionada autodisciplina.

Paso a explicarte los pasos para lograr una técnica de Relajación Circunstancial

  1. Ponte cómodo en una silla, cierra los ojos y respira profundamente varias veces, mientras piensas “estoy completamente relajado”
  2. Puedes apretar y aflojar los músculos de cada parte de tu cuerpo desde la cabeza a los pies, mientras respiras profundamente.
  3. Una vez relajado, visualízate en la acción más importante que debes hacer para lograr tus metas diarias. Detalla bien la escena. Pregúntate a ti mismo qué impide que lleves a cabo esa tarea inmediatamente
  4. Siente el deseo de culminar esa tarea para acercarte a tu meta
  5. Comienza a abrir lentamente los ojos y ¡Manos a la Obra!

Para mejorar tu productividad debes hacer varias acciones conscientes y enfocadas. La relajación forma parte de este entrenamiento hacia el logro de tus metas. Debes ser constante para que puedas disfrutar de sus frutos y mantenerte relajado mientras las alcanzas.