¿Recuerdas alguna conferencia que te haya impactado? Seguramente lo que ocurrió es que ese conferencista dominó la fórmula para conectar con la audiencia.

Posiblemente lograron conectar desde el inicio hasta el fin, porque, además de mostrar dominio del tema, narraron una historia, fueron auténticos, se manejaron con total seguridad, no temieron a la hora de mostrar sus sentimientos, se acercaron a su público y no escatimaron a la hora de brindar información valiosa.

Uno de esos speakers memorables y con propiedad para referir al tema es Chris Anderson, presidente de TED, acrónimo de Tecnología, Entretenimiento y Diseño, y autor del libro Charlas TED, para hablar en público, entre otros tantos méritos.

A partir de sus libros y lecciones desarrollé unas ideas para ayudarte en el propósito de ser cada vez un mejor gestor de la palabra y la voz, claves para hablar en público, impactar y conectar eficazmente con la audiencia.

Estas son las claves:

  1. Transmite algo valioso. Para el creador de los TED Talks que, hasta 2015 habían alcanzado más de mil millones de visualizaciones, al momento de preparar una charla, no debes centrarse en recibir, sino en dar. Pregúntate siempre: ¿Qué es lo que le vas a dar a tu público?

No se trata de que cada vez que te toque dar una charla, te rompas el cerebro para intentar dar con el invento del siglo, pero sí, que destaques una vivencia, un consejo práctico, algo que consideres valioso compartir del baúl de tus experiencias.

«Si logras invocar una idea poderosa en la mente de las personas, habrás hecho algo asombroso. Les habrás ofrecido un regalo de incalculable valor». Chris Anderson.

Cuando eres generoso en el conocimiento suscitarás una retribución, por lo que te invito a dejar tu ego en la puerta del salón de conferencias, y al entrar solo te preocupes por servir.

  1. Sé tú mismo. El primer propósito como conferenciante es ser auténtico. La autenticidad es tu sello personal, es lo que te diferencia de los demás. Si eres serio, no intentes dártela de humorista, si eres formal, no te sueltes la corbata, porque, sencillamente, nadie te creerá.

Como dice Anderson: «Si eres un científico, sé un científico, no pretendas ser un activista. Si eres artista, sé un artista, no pretendas ser un académico. Y si eres una persona corriente, no intentes fingir un estilo grandilocuente, intelectual, sino limítate a comunicarte de manera coloquial».

También puedes leer: Cuando El Jefe no Sabe Hablar

No existe una única norma para hablar bien, claro que la técnica es fundamental, pero lo es aún más, la autenticidad. Ten en cuenta que una buena comunicación es consecuencia de quién eres realmente.

  1. Crea vínculos con tu audiencia. «El conocimiento no puede meterse a la fuerza en los cerebros ajenos. Debe hacerse entrar», dice Chris Anderson. De allí, que tu primera misión es crear vínculos que te conecten a la audiencia, que abra sus mentes y se disponga a recibir el mensaje.

La conexión es vital, porque puedes tener una charla con contenido valioso, pero si no logras penetrar en el ánimo de tu público, sencillamente, no impactarás. Inicia tu charla con un saludo, muestra cercanía y haz lo posible para mantenerte físicamente cerca al público. Mira a los ojos a la gente y sonríe. Y, sobre todo, no tengas miedo a mostrarte vulnerable.

No temas usar tus emociones para conectar. Con la emoción podrás derrumbar las barreras de la desconfianza, la apatía y el aburrimiento del público.

  1. Confía en ti. Cuando tienes algo valioso para compartir puedes ser un poderoso ponente. Aún si dudas de ti, o si no eres consciente de tu potencial. Cuando tienes una idea potente, serás capaz de pronunciar un discurso poderoso.

Todo radica en mantener el interés por aportar valor a la audiencia, encontrar las claves para hacer lo mejor y facilitarle la vida a los asistentes.

  1. Ensaya y ensaya. La práctica tiene un valor inconmensurable en la búsqueda del perfeccionamiento.

No se trata solo de memorizar lo que vas a decir, sino también cómo lo dirás, el ensayo te dará la confianza, esa que te hará sentir más seguro y cómodo, y así te percibirá tu audiencia. Ten en cuenta que, ensayando logras convertir el estrés en confianza y la confianza en emoción.

Estas son cinco claves que consideré fundamentales para ayudarte en el desempeño como conferenciante, a las que añadiría: procurar siempre mantener en alto y transmitir pasión por tus ideas, velar por el sentido del discurso e hilar la historia, de forma tal, que te permita conectar, manejar emociones y, especialmente, aportar valor a tu audiencia.