Seguramente has estado en presentaciones que te parecen interminables, en donde el expositor habla como si cada palabra que dice fuera un ingrediente más que solo genera bostezos masivos, aburrimiento y falta de interés, y al salir te preguntas el por qué esas presentaciones no fueron efectivas y no lograron cumplir con su objetivo final.

Esto se debe a que en las presentaciones efectivas, al igual que en cualquier otro tipo de comunicación, no solo debes lograr despertar el interés del público, sino que también tienes que transmitir, de manera correcta, el mensaje que le quieres hacer llegar a las personas que te escuchan, sean tus clientes o clientes potenciales, sobre las bondades o beneficios de tu negocio o de los productos o servicios que estás vendiendo.

Con presentaciones efectivas puedes llegar a persuadir a tus oyentes de realizar una acción específica, y gracias a la efectividad que le inyectas a la transmisión de tu mensaje, es muy probable que consigas nuevos clientes y alianzas estratégicas para tu negocio.

Los elementos que hacen efectivas las presentaciones

Ya sabemos que con las presentaciones efectivas captas la atención y el interés de tu público, y además logras que tu mensaje sea relevante para ellos porque lo transmites con absoluta claridad.

Pero llegar a conseguir presentaciones efectivas no es una cuestión de solo soplar y hacer botellas. Para alcanzar presentaciones efectivas, debes tener en consideración una serie de elementos y consejos con los cuales obtendrás el éxito que esperas lograr frente a tu público

  1. ) Planifica: En primer lugar, debes entender que, detrás de las presentaciones efectivas, siempre hay una planificación meticulosa en la que es aconsejable la creación de mapas mentales que definan bien las estructuras y objetivos de la presentación antes de encararla.
  2. ) Se Conciso: También es necesario ser conciso y claro, sintetizando la información de tus presentaciones en conceptos y palabras claves bien definidas, que deben estar reflejadas en tu discurso como expositor y, sobre todo, en las diapositivas que muestras, con oraciones breves y no textos interminables.
  3. ) Usa recursos externos: Si requieres ampliar algún tema en tus presentaciones, lo más recomendable es que lo hagas a través de un folleto que puedes entregar al finalizar las mismas o mencionar una o varias páginas web en la que las personas interesadas consigan más información que le sea de su interés. Ten en cuenta que el software empleado (PowerPoint, Keynote, Prezi) no debe ser el centro de las presentaciones efectivas. El foco debe estar en ti como expositor y en el mensaje que quieres dar, no en los recursos o herramientas que vas a emplear, ya sea el software o los folletos y materiales auxiliares.
  4. ) Se explícito: Otro punto que es indispensable en las presentaciones efectivas es que los elementos que empleas para comunicar el mensaje que quieres hacer llegar deben ser totalmente legibles. Al respecto, debes tener claro que una gran oratoria puede ser desaprovechada si las diapositivas no pueden ser leídas desde cierta distancia o son confusas. Por eso, tienes que estar atento a detalles tales como el tamaño de la tipografía a emplear y el tipo y color de letra.

La introducción y el cierre de tu presentación son dos momentos claves, porque en ellos se centra buena parte del mensaje que queda en la mente de tu público.

Nunca des la espalda y háblale directo a tu público

Otro elemento que es fundamental para alcanzar presentaciones efectivas, tiene que ver con la posición que debes asumir como expositor frente a tu público.

Nunca le des la espalda a tu público ni mires hacia otro lado mientras estés hablando. Inclusive, cuando presentes diapositivas debes hacerlo de frente al público, para que logres establecer un diálogo directo con las personas que te escuchan.

El tono de las presentaciones efectivas debe ser fresco y amigable, no demasiado frío o técnico. Así lograrás más empatía con tu público.

Ten presente que no debes temerle al lenguaje coloquial ni a las palabra simples. Elige frases cortas y contundentes, sobre todo cuando comienzas y cierras las presentaciones.

Asimismo utiliza ejemplos concretos y habla con tu público cuando sea apropiado, para conocer sus opiniones o experiencias sobre un determinado tema, para que así los involucres más en tus presentaciones.

Y no te vistas con ropas muy llamativas que hagan perder el foco del mensaje que quieres transmitirle a tu público. Lo aconsejable, en estos casos, es que uses prendas sobrias y sencillas.

El ritmo correcto en las presentaciones efectivas

El ritmo es también un elemento que permite concretar presentaciones efectivas con las que puedes transmitir con éxito el mensaje que le quieres hacer llegar a tu público.

Por ello se recomienda que las presentaciones mantengan un ritmo lógico y atractivo. Puede ser positivo que cuentes una historia con un buen sustento, en vez de aburrir a tu público con un listado de temas inconexos y sin sentido.

Debes variar el ritmo para mantener al público atento, con una velocidad al hablar que a veces puede ser rápida y otras veces más lenta, según sea el punto que estés tratando a lo largo de tus presentaciones, o estés dando ejemplos que buscan conectarte más con las personas que te escuchan. Esta técnica  es una forma segura para que tu público no se duerma y puedas lograr captar su interés.

Tampoco debes olvidar la introducción y el cierre, y concentrarte, muy  particularmente, en estos dos  momentos que son claves para tus presentaciones efectivas, porque en ellos se centra buena parte del mensaje que queda en la mente de tu público.

Te invito a crear y organizar presentaciones efectivas que se conviertan en los puentes ideales con los que puedes conseguir nuevos clientes y alianzas estratégicas con las que puedas impulsar tu negocio.