Quiero invitarte a que a partir de hoy, cada mañana pienses en lo maravilloso que será ese día, las cosas nuevas, excitantes, retos y vivencias que compartirás durante las próximas 24 horas.

A algunas personas les parecerá un poco extraño hacer ese ejercicio de optimismo, pero si te lo piensas mejor, resulta difícil levantarte cada día si no estás convencido que vas a tener un buen día.

Imagínate afrontar tu vida sin saber cómo vas a vivir con libertad y plenitud las próximas horas, preocupándote quizás porque no te sientes estimulado en tu trabajo, porque las tensiones en tu núcleo familiar hacen mella en tu ánimo o en general algún problema ocupa tu mente.

Debes saber que la paz y armonía requiere de la voluntad consciente de tu parte, y es una condición que nace y se mantiene dentro de tu mente y tu corazón, indiferentemente de las situaciones externas que estén ocurriendo.

La felicidad es un concepto abstracto, que varía en cada persona, pero sin embargo es una de las metas más extendidas entre el hombre, porque ¿qué es lo que el ser humano ha buscado siempre de manera individual o colectiva si no es la felicidad? Y ¿qué es la felicidad sino disfrutar a plenitud quien eres, lo que haces, o lo que tienes?

Disfrutar viene del latín “dis” que es separar y “fructus”, que significa dar frutos, entonces el disfrute viene de dar frutos. ¿Cuáles son los frutos que estás dando cada día?

Ponte manos a la obra:

  • Cada mañana toma conciencia de tus potencialidades y busca un motivo en el día que te va a dar felicidad y apóyate en ese momento, para tener la fortaleza necesaria para enfrentar cualquier dificultad.
  • Si tu trabajo no te satisface, ya es el momento de dar el paso hacia tu propio negocio, levantar las alas y dejar atrás esa etapa
  • Recuerda que siempre hay solución para todos los problemas. Optimismo y Serenidad, y ocúpate de uno a la vez. Así no te sentirás abrumado

Te invito a que reconsideres tus emociones: La paz interior es el resultado de una transformación emocional que ocurre en tu corazón, en tanto disfrutes lo que haces. No olvides que los factores externos no son los que definen tu estado de ánimo, sino cómo los afrontas o dejas que te afecten. Así estarás dando verdaderos frutos y disfrutando tu vida.