Frank Shamrock es un peleador retirado de artes marciales mixtas y que por sus logros fue considerado «La leyenda» y el mejor luchador de la década de los 90, además de uno de los mejores libra por libra en la historia del género.

Alcanzó el 7mo Dan como Cinturón Negro, en sumisiones de lucha libre profesional, categoría en la que logró ocho títulos mundiales. Ostentó además durante mucho tiempo el Récord de Guinnes por la victoria más rápida en combates por el título mundial de la UFC. En sus reconocimientos también destacan haber sido nombrado tres veces como luchador del año por la revista Full Contact Magazine, mejor luchador de Full Contact para Black Belt Magazine en 1998 y Luchador de la Década de los ’90 por Wrestling Observer.

Una de las características más resaltantes de Shamrock, es que siendo una leyenda en su arte, quiso sentirse siempre alumno, tal como explicaba a sus alumnos de la escuela Shamrock Academia de Artes Marciales en San Jose, CA. que fundó en el año 2005.

En una oportunidad escribió sobre ello y dijo: “las falsas ideas sobre nosotros mismos nos pueden destruir. Para mí, lo mejor es ser siempre estudiante. Ese es el propósito de las artes marciales y hay que utilizar esa humildad como herramienta. Uno se pone por debajo de alguien en quien confía”.

Fue precisamente bajo este ideal que desarrolló su fórmula de entrenamiento denominado MÁS, MENOS E IGUAL, que explicado en sus propias palabras: “Para llegar a ser grande, cada luchador necesita tener a alguien mejor de quien pueda aprender, a alguien inferior a quien le pueda enseñar y a alguien igual con quien se pueda medir”.

En otras palabras, asúmete, tal como él siempre lo hizo, como un estudiante, nunca un maestro; aceptando que hay personas que saben más que tu, que han logrado perfeccionar su oficio y sus habilidades mejor que tu y que, si eres inteligente y humilde, podrás beneficiarte de ese conocimiento para crecer y mejorar.

Una fórmula basada en la retroalimentación continúa y honesta que creó con el propósito de aniquilar el ego, porque sostenía, “el ego nos hace envanecer, el miedo que nos hace dudar de nosotros mismos y la pereza que puede tentarnos a dejar de esforzarnos”.

Sin duda, un maestro de la lucha, pero también un aprendiz de la vida. Un estudiante que está dispuesto a mejorar, a perfeccionarse y está ávido de conocimientos.

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Pero tan importante y crucial resultaba para Shamrock asumirse como eterno estudiante, como poder dominar el arte de recibir feedback. Y es que el ego siempre va a intentar filtrar las críticas negativas, de allí que abrir los sentidos y tener la humildad de reconocerse como aprendices, serán habilidades que debes dominar para poder triunfar y llegar a lo más alto.

Si logras visualizarte como permanente “aprendiz”, tendrás la oportunidad de encontrarte y aprender de grandes maestros que estarán dispuestos a compartir su sabiduría contigo. Maestros que puedes tropezarte en cualquier lugar y circunstancia, en tu trabajo, en un artículo, en el supermercado, en los libros, puede ser un personaje histórico, o un luchador como Frank Shamrock, puede ser tu coach o el presidente de una gran corporación.

Así que a partir de este momento, haz como Shamrock, se humilde, desecha la expresión de “Ya lo sé”, ábrete al conocimiento y al mejoramiento continuo.