Este verano durante las vacaciones familiares, sostuve una interesante conversación con una joven amiga de mi hija, quien aseguraba que los empleados de las empresas, en general, trabajaban más duro, más horas y con menos beneficios que los líderes y dueños de esas empresas.
El aire fresco alemán del restaurant al aire libre donde discurría la conversación, me hizo fijarme en lo afanadas que estaban las jóvenes meseras, atendiendo a los turistas, acarreando hasta 6 cervezas en una mano o bandejas de comida a la usanza tradicional, de este modo relajado, entre Bratwurst, Schnitzel y Haxe con Chucrut, Sonia intentaba aclarar su punto.
“Durante los dos años que trabajé en teleperformance, nunca vi al jefe. Me lo imaginaba tomando cocteles en una isla del Caribe mientras el grupo de agentes telefónicos estábamos de seis a ocho horas atendiendo a sus clientes”, aseguraba Sonia.
“Además, los supervisores llegan más tarde y se la pasan todo el día encerrados en su oficina haciendo no se qué”…
Aseguraba que en el trabajo de su papá ocurría lo mismo y que, en general, los jefes se esfuerzan mucho por levantar sus negocios para luego rendirse al ocio, afirmaba.
Me doy cuenta que hay una corriente de opinión extendida, -casi un mito- del “jefe flojo”. Me imaginaba a esas ocupadas meseras quienes posiblemente veían poco al administrador de ese local o al jefe del administrador, y puedo suponer que lo que Sonia reclamaba no era que el jefe bregara tanto como sus empleados, sino que mantuviera su posición de liderazgo y apoyo institucional.Y quizás fue un error de la gerencia no haber propiciado un mejor clima organizacional.
Si quieres desterrar de tu negocio ese error de percepción que he dado en llamar el “mito del jefe flojo” debes saber sobre estos puntos:

  • Percepción: Cómo te perciban tus empleados puede ser la diferencia entre trabajar motivados o perder gran parte de su motivación. Un jefe distante del equipo, genera empleados igualmente distantes, muy lejos del espíritu de equipo necesario para alcanzar tus objetivos.
  • Liderazgo: No olvides que, en tu negocio, el ambiente lo propicias con el tipo de liderazgo que impulsas, con el contacto con tus empleados, estableciendo mecanismos de encuentro, de progreso, incentivando al logro.
  • Dar Ejemplo: Sin embargo, el ejemplo es también la mejor manera de incentivar a tu equipo, de modo que tu empresa refleje la extensión y producto de quien eres.
  • Diálogo: El diálogo y la comunicación juegan un papel fundamental. La empresa debe ser una organización permeable, abierta a la comunicación, y a la atenta escucha del clima organizacional.

Lo que no imagina Sonia es que quizás no estaba viendo a los supervisores o al propio jefe porque estaban ejerciendo labores de verificación, haciendo crecer su negocio, llevando a cabo relaciones de networking, cosas que en la oficina seguramente no se observan en el día a día.

Estoy seguro que no eres flojo y estas muy lejos de eso, pero si tus empleados te ven así,  puedes cambiar su percepción  para seguirlos motivando, luego de lo cual, está bien tomarse, alguna vez, una piña colada en una paradisíaca playa o una cerveza en un restaurant al aire libre en un agradable verano alemán.