Consigo edificante conversar con personas de risa fácil, y trato amable, porque pueden hacerte sentir mejor luego de una larga jornada. Coincidirás conmigo en que la risa es una de las herramientas más poderosas con las que cuenta el ser humano para conseguir paz y bienestar mental.

Jeffrey Gitomer en su “Libro Amarillo de la Actitud Si”, nos señala que las personas que tienen éxito en los negocios y en su vida personal son, en su mayoría, aquellas que tienen una actitud no solo positiva, sino extraordinaria (una Actitud ¡Sí!), y la risa es un gran instrumento para lograrlo.
Estudios señalan que los niños suelen reír unas 400 veces en promedio durante un día, mientras que los adultos solo lo hacemos unas 25 ocasiones.
La buena noticia es que es posible desarrollar un buen sentido del humor. Aunque hay personas a quienes se les hacen  fáciles los chistes y la sonrisa, en realidad todos podemos ser más divertidos, tener mayores episodios de risas, independientemente de otros factores.
 No en balde cada vez son más populares los grupos de Yoga de la Risa, o las Risoterapias, grupos que impulsan la sanación física y mental a través de la risa grupal. Los corrillos de médicos quienes, usando una roja nariz de payaso, ofrecen sanación en los hospitales por medio de la risa, también evidencian lo necesario que es el reír para la subsistencia.    Ver tus películas cómicas favoritas, leer libros de chistes y compartirlos, ver programas de televisión de humor, todo eso te ayuda a estar en mejor ánimo y te ofrece “material” para usarlo en tus conversaciones.
Las carcajadas también deben formar parte de nuestro entorno laboral, y pueden ser un ingrediente poderoso a la hora de tener éxito en nuestro negocio. Puedes comenzar una reunión  con un chiste que relaje la situación, distienda el ánimo de los presentes y es un excelente abreboca. ¿Podemos hacer cualquier tipo de chistes?
Hay que tener cuidado en no decir chistes que puedan ser subidos de tono, u ofensivos para alguien presente o para algún grupo, sin embargo puedes elegir burlarte de ti mismo. En cierta ocasión  participé en una presentación en la que el conferencista, apenas tomó el micrófono, llamó la atención a su cabeza completamente calva con este comentario: “Pensé en pedirles que se coloquen ahora sus lentes de sol, porque hoy en la mañana me  afeité mi calva, y estoy usando una crema capilar que de seguro los va a deslumbrar”. Las sonoras carcajadas fueron las primeras de una intervención exitosa y plena de anécdotas graciosas que mantuvieron al público completamente atento.
Mi esposo suele jugar bromas a los meseros de ciertos restaurantes, cuando preguntan si quiere su carne bien cocida o término medio, a lo que mi esposo les contesta bien serio: “hoy la prefiero bien hervida”, en ese momento en la mesa se hace un ánimo positivo y el mesero también nos suele atender más contento. ¿Qué mesa prefieres atender, donde están reclamándote o donde te cuentan chistes?
A veces las sonrisas y el buen humor pueden hacer la diferencia en los negocios, al lograr establecer un correcto vínculo con tu interlocutor. Sin embargo, más allá de los beneficios económicos que podamos lograr,  disfrutaremos el privilegio de sentirnos mejor y hacer sentir de la misma manera a nuestros prospectos, clientes y relacionados. Al final, verás que el humor resulta ser un buen negocio.