¿Qué tan en serio te tomas las críticas que recibes? ¿Las consideras espacios para reevaluarte o, por el contrario, son ofensas que te enojan? La opinión que tengas de ti mismo puede ser la principal causa de que las opiniones de los demás te afecten en mayor o menor medida.

Tú sabes lo que eres: un ser único, magnífico, lleno de virtudes, potencialidades y defectos. Que cada día aprende y trabaja por ser mejor. Ahora piensa lo siguiente: ¿En qué te afecta o te cambia que alguien tenga una opinión distinta de ti?

Por el contrario, si alguien critica algún aspecto de ti, o tu personalidad, quizás te está brindado la oportunidad de mejorar esa área, o te está ofreciendo un consejo por tu bien. Si la evalúas, puedes tener una excelente oportunidad de perfeccionarte en esa área.

Sin embargo, también hay personas que elevan opiniones cargados de malas intenciones o venenos, ¿por qué te debe perturbar ese comentario? Su hostilidad puede deberse a problemas personales, pocas capacidades sociales, o que está pasando por un mal momento en su vida.

Debe ser muy difícil vivir cada día si tu valor propio e incluso tú estado de ánimo se basan en la cantidad de cumplidos o críticas que recibes, estarías colocando tu autoestima en manos de terceros.

Tú no puedes controlar las acciones de otros, sin embargo sí tienes el control total sobre ti mismo por lo que de ti depende  dejarte afectar o no por comentarios de personas extrañas.

Te ofrezco unas opiniones

  • Evalúa la crítica dependiendo de quién la emitió. Si es una persona que te valora, ha demostrado que se preocupa por ti, debes pensar si lo que te dice tiene algún sustento. O si, por el contrario, es una persona que ha dado muestras de ser antagónica con tus valores y lo que tú eres.
  • Analiza el contexto en que recibiste la crítica. ¿Fue en medio de una disputa?, ¿Un momento social y de relax? Hay personas que no miden las consecuencias de sus palabras y pueden llegar a herirte sin ser su intención.
  • No busques la aprobación de tu entorno. Si te preocupa lo que digan o piensen de ti, serás esclavo de las críticas y los halagos.
  • Y, sobre todo, procura no tomarte nada de manera personal, no importa lo que suceda a tu alrededor, no te lo tomes personalmente.

 

Imagina que tu piel está recubierta de una especie de teflón, esa sustancia antiadherente que se usa en las ollas de cocina, de forma que cualquier comentario malsano que te hagan, “resbale” hasta el suelo y no ingrese ni a tu mente y ni a tu corazón.

Finalmente piensa que tu vida es maravillosa y tienes un panorama abierto ante tus ojos, así que no permitas que tu mente o tu ánimo se perturben por las críticas. Realmente una crítica ácida rara vez tiene que ver con la persona criticada y sí mucho que ver con quien lanza el agravio.