El temor a tener éxito es quizás más común que el miedo al fracaso. Toda la atención, las críticas y las complicaciones que resultan de tener éxito en la vida, en los negocios, puede derivar en una carga muy difícil de manejar para muchos, quienes de manera inconsciente auto sabotean su camino al éxito. ¿Cómo puede suceder eso?
Ser la cabeza del mercado, tener el tope de las ventas, proporciona alegría y satisfacción a los dueños de negocio, pero lograr una posición puntera coloca al mismo en el centro de las críticas de la competencia. Esa sensación de tener varios frentes abiertos, sentirse atacado, vulnerable, puede ser una poderosa razón por la cual prefieras mantenerte en una situación no sobresaliente.
También puede ser producto de una baja autoestima, de eventos ocurridos durante la niñez o juventud, diálogo interior poco constructivo o la falta de mentores al éxito a medida que creciste. Estas circunstancias, hacen que te parezca inmerecido lograr el éxito y la felicidad a la que tienes derecho.
El temor al éxito puede ser tan fuerte que resulte paralizante pero solo tú puedes superarlo. Debes comenzar por identificar las razones por las cuales sientes temor de tomar los riesgos necesarios que te lleven al éxito. Por lo general son experiencias anteriores que te dejaron un sabor amargo.
¿Recuerdas alguna ocasión en la cual te dolieron las críticas que recibiste por un fracaso? ¿Hiciste una evaluación de cuál fue tu error para no repetirlo? Quizás en ese punto está la diferencia entre aprender de tu fracaso o asumir una actitud paralizante ante los futuros retos.
El iniciar un análisis de las razones que incidieron para que no pudieras tener éxito en determinado proyecto, es una de las mejores maneras de superarlo y aprender verdaderamente de ese fracaso para no repetirlo.
Enfrenta el miedo, analízalo y verás que solo son ideas anticipadas que están en tu mente. En lugar de esconderte detrás de tus inseguridades, apaláncate en ellas y haz de la planificación tu mayor arma, tratando de minimizar, en la mayor medida posible, cualquier cosa que pueda obstruir tu avance.
El éxito es el premio a la constancia y, como una cara de dos monedas, también trae consigo otros retos que, estoy segura, igualmente superarás. Tu mayor temor debe ser el no intentarlo. Avanza siempre y deja atrás tus miedos.