Desconfío de todo aquello que manifieste tener resultados extraordinarios en muy corto tiempo, porque por lo general se trata de un engaño.

Bajar tres kilos de peso en cinco días gracias a unas pastillas milagrosas; un negocio que duplicará tu inversión en tan solo siete días, o aprender a hablar un idioma desde cero en dos semanas….

Por más increíble que parezca, esas ofertas logran llamar la atención de muchos incautos, quienes suponen que lograr una meta es tan fácil como introducir comida congelada en el microondas y, “¡voilá!”, tienen lista la comida.

Aunque los avances de la tecnología y telecomunicaciones han facilitado la vida a tal punto que podemos ver inmediatamente y en directo lo que sucede al otro lado del mundo o, incluso, en el espacio exterior, hay muchas otras cosas que no pueden ser solucionadas con esa mentalidad de microondas.

Conozco miles de personas que juegan la lotería cada día pensando que se van a hacer ricos en “un golpe de suerte” aunque detrás de una persona que se ha sacado el premio mayor, existen millones que han perdido. Si quieres tener riqueza, debes construirla, nadie te la va a regalar, debes, poco a poco y con pasos inteligentes, hacer un esfuerzo sostenido hasta que logres acumular suficientes bienes y flujo de caja.

Tu Negocio, tu futuro financiero o profesional no pueden ser manejados con esa mentalidad de microondas,   de esperar que las cosas sucedan casi de forma mágica e inmediata.

Si te encuentras atrapado en ese esquema inmediatista, debes comenzar a hacer cambios y plantar bases firmes para avanzar en tus metas. La fórmula para deshacerte de la mentalidad de microondas es:

Éxito = (Sistemas + Constancia + Tiempo) x Plan

Te lo resumo de la siguiente manera: para alcanzar lo que te propongas, debes sistematizar los procedimientos de trabajo, persistir en ellos durante el tiempo necesario apegado a un plan definido para alcanzar las metas.

Deja el microondas solo para recalentar la comida, no para dirigir tu estabilidad financiera.