Eres lo que piensas. Las cosas en las que crees y las decisiones que tomas sobre cómo hacer que tu mundo funcione, te configuran y determinan no solo tu visión sobre él, sino también cómo lo enfrentarás y qué obtendrás.

Toda tu vida has edificado una serie de estructuras en tu mente en las que te basas para tomar decisiones.

Son tus convicciones, las habilidades que has desarrollado, las lecciones que has aprendido, las estrategias que has trazado para alcanzar las metas que te has propuesto.

Pero es más factible que no seas consciente de los conceptos erróneos que has aprendido y los sentimientos negativos que has desarrollado y que, al día de hoy, se han convertido en los principales obstáculos entre tú y la riqueza que deseas obtener.

Descubre tus sentimientos

“¿Qué lecciones erróneas he aprendido?”, “¿Cómo es que puedo tener un sentimiento negativo hacia la riqueza?”, “¿Cuáles sentimientos me alejan de mis metas?” son algunas de las preguntas que necesitas responderte y que con este breve ejercicio que te propondré a continuación podrás ir contestando.

En una hoja de papel, o en tu computador personal, como prefieras, traza dos columnas. El objetivo es hacer dos listas comparativas.

La primera columna encabézala con la frase “Cosas que creo acerca del dinero” y en ella enumera aquellas ideas o conceptos que tienes sobre el dinero. Prueba a enunciarlo diciendo “Yo, (escribe tu nombre), creo que el dinero…” y ve escribiendo las cosas que naturalmente se te vayan ocurriendo.

Una vez terminada, analiza cada ítem y pregúntate “¿De quién aprendí esta lección?”, “¿Está esta persona en la posición que quiero para mí?”, “¿Estoy convencido de que es una lección correcta y valiosa?”, “¿Me ayuda esta convicción a alcanzar mis metas?”.

Te sorprendería la cantidad de gente que, inconscientemente, cree que la riqueza “es mala” y en consecuencia se siente culpable por intentar obtenerla y auto sabotea sus esfuerzos para alcanzarla con desorganización y procrastinación.

La segunda columna encabézala con el siguiente enunciado: “¿Por qué no he alcanzado mi meta de generar riqueza?”. Usa la información que has obtenido en la primera columna y determina cuáles de tus estructuras mentales se oponen a tus esfuerzos para alcanzar la libertad financiera.

Analiza si todavía tienes la motivación inicial que te llevó a ser un emprendedor, si la inspiración que te llevó a dar el primer gran paso hacia la independencia económica todavía está en ti. Identifica esos sentimientos negativos hacia la riqueza que te impiden obtenerla.

Pregúntate hasta dónde quieres llegar y, si en este momento, te encuentras en el tramo del camino que corresponde para poder alcanzar la meta en el tiempo que te fijaste.

Ser próspero

La realización de este ejercicio te permitirá desarrollar nuevas herramientas para seguir adelante en tu empeño de convertirte en la persona próspera, feliz y exitosa que deseas.

Analicémoslas un momento.

  • Podrás desarrollar conocimiento consciente, que podrás utilizar cuando gustes, tanto en la planificación de las actividades de tu empresa, como en tu vida personal y cotidiana.
  • Habrás identificado ideas y sentimientos negativos que has venido arrastrando a lo largo de tu vida, elimina esos obstáculos o transformarlos en herramientas útiles para alcanzar tus metas.
  • Estarás en capacidad de corregir tu estrategia actual para hacerla más eficaz y eficiente o desarrollar una nueva de ser necesario, teniendo no solo más claro el objetivo si no sabiendo cuál es la forma de alcanzarla y cuánto tiempo te deben llevar cada una de sus fases.
  • Podrás dar retribución por lo alcanzado, el lenguaje del dinero incluye términos como “fluir” y “compartir”, pues dando a otros eliminas lo negativo en tu vida, te abres al bienestar y permites la llegada de la riqueza.

Este y otros procesos no siempre son fáciles, porque se trata de alterar lo que piensas destruyendo viejos paradigmas.

Lo que piensas sobre el dinero define tu “relación” con éste instrumento comercial. Si quieres contar con suficiente libertad financiera para vivir tranquilo, entonces te animo a que tomes en serio el sencillo ejercicio que te propongo. Si se te dificulta el proceso, puedes contar con el apoyo de gente preparada para brindarte una mano y guiarte por la senda del éxito.