ActionCOACH Lic. María Inés Morán

Basado en un estupendo artículo publicado en el Harvard Business Review  por Graham Jones, sicólogo, con especialidad en deportes y coach de ejecutivos, afirma que los mejores atletas y ejecutivos siempre compiten consigo  mismos, se mantienen con mente abierta,   desean la retroalimentación y no esperan para celebrar sus triunfos.
Jones ha pasado gran cantidad de su vida  como consultor de Olimpiadas y entrenando  atletas  pero, además, trabajando muy de la mano con altos ejecutivos y aun cuando afirma que el deporte  no es igual que un negocio, encuentra un paralelismo evidente.
Así como los atletas necesitan habilidades físicas, los ejecutivos precisan de un análisis estratégico y relacionarse con las personas. Pero la clave para ser el mejor en ambos casos, se reduce a los procesos mentales que utilizan las personas.
Amor por la Presión
No puedes mantenerte en la cima si no sabes manejar  situaciones de alto estrés. De hecho tú puedes aprender  a amar la presión. Para lograr esto, sin embargo, debes primero hacer una “elección” de comprometerte contigo mismo a mejorar, con verdadera pasión.  A Greg Searle, quien ganó la medalla olímpica en remo,  le han preguntado varias veces si valió la pena el precio que tuvo que pagar, para lo que ha respondido: “ Yo no hago sacrificios, Yo hago elecciones”
Los atletas exitosos, consigan o no  el triunfo,  se mantienen enfocados en su propia excelencia, es decir no se distraen con las victorias o fracasos de ellos mismos o de otros. Se concentran en lo que ellos pueden controlar y se olvidan del resto.
Igual ocurre con los altos ejecutivos, como es el caso de uno que  llamaremos Juan, quien declinó la oferta de poder entrar a una universidad muy  prestigiosa y la cambió por otra de menor prestigio pero con mayor apoyo a los deportes. Al poco tiempo de graduarse consiguió escalar en una empresa llegando a tener el rango de Director ejecutivo para lo que comentó: “esto no lo hago para impresionar a nadie, ni por estatus, lo hago para mí mismo”
La gente que tiene la habilidad de automotivarse rara vez cae en la autoflagelación.
Otro punto importante que ayuda a las personas estrellas a  manejar la presión, es su habilidad de poder salirse o entrar en lo que están involucrados. Una buena forma para hacer esto es tener  pasión por algo. Es por esto que no es de  extrañarse que un atleta  como Rower Alison Mowbray, siempre deja espacio para practicar el piano a pesar de su estricto programa de entrenamiento.
También numerosos  empresarios son muy apasionados por  sus hobbies, como es el caso de Richard Branson que es famoso por sus viajes en balón aerostático, lo cual lo re energiza.

Y, finalmente, llegar a la cima es suficiente  reto,  mantenerse en ella lo es aún más.  Si has ganado una medalla o un premio por tus resultados…¿ qué tanto te automotivas para empezar  otro ciclo de  preparación tanto física como mental requeridas para ganar la próxima vez? Y especialmente ahora que puede que te hayas convertido en el “Benchmark” ( la referencia) . El reto más grande de los mejores es reinventarse a sí mismos.