Motivar la inclusión de las mujeres en el mundo de los negocios, en nuestro continente, ha sido siempre una de mis causas. Tengo la convicción, y la experiencia me ha llevado a corroborarlo, que las mujeres reunimos las mismas capacidades que los hombres para asumir —con éxito— cualquier rol directivo, sin embargo, la realidad dice lo contrario.

Un estudio publicado por la Consultora Ipsos sobre el número de mujeres que ocupan el cargo de CEO —en 500 de las mayores empresas del mundo— da cuenta de solo el 3 %.

A escala mundial son muchos los países que han llegado a reconocer el rol que juegan las mujeres en los diversos entornos, sea político, económico o social. Sin embargo, la percepción de los pueblos dista mucho de la realidad. Según datos de la ONU, solo uno de cada cuatro parlamentarios son mujeres y solo el 9.8 % de los países tienen o han tenido jefas de Estado o de Gobierno.

A escala mundial son muchos los países que han llegado a reconocer el rol que juegan las mujeres en los diversos entornos, sea político, económico o socia. Sin embargo las estadísticas muestran una realidad adversa

La misma tendencia se observa en los salarios, según el informe más reciente de la Organización Internacional del Trabajo, la brecha global de ingresos entre hombres y mujeres se acerca al 20 %, y en México es preocupantemente más amplia. De acuerdo a datos aportados por Statista, se revela una brecha salarial de género del 50 %, es decir, en promedio, se estima que los ingresos de las mujeres en México son 50 % menores que los de los hombres.

Otro estudio denominado: “Empoderamiento económico de las mujeres: Bueno para las mujeres, bueno para los negocios y bueno para el desarrollo”, realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, señaló que solo el 4.2 % de más de mil empresas en América Latina y el Caribe tenían una mujer como CEO.

Ahora bien, no todo es negativo, y como mujer empresaria me gusta ver el lado optimista de las cosas.

En estos mismos estudios, por ejemplo, se establece que las mujeres manejan USD 20 billones de gastos en consumo y representan el 64 % de las decisiones sobre consumo; o sea, las mujeres efectúan hasta el 80 % de las decisiones de compra o inciden en ellas.

Otro dato positivo es que las empresas latinoamericanas que cuentan con una o más mujeres en sus comités ejecutivos presentan una rentabilidad del capital (Return on Equity, ROE) 44 % superior a la de aquellas que no incluyen a féminas en esas posiciones.

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Pero ¿cuáles son los fantasmas con los que tienen que luchar las mujeres de hoy, y cómo superarlos?, y acá quiero detenerme.

Son varios los factores y creencias que amplían la brecha de géneros en detrimento de la mujer que desea destacar en el mundo laboral y de negocios. Culturalmente, el machismo sigue presente en pleno siglo XXI, en Latinoamérica aún pesa la creencia de que es el hombre el que debe llevar el pan a la casa, el sexismo y la discriminación en el ámbito laboral prevalecen a la hora de considerar que la mujer representa un problema porque puede embarazarse o por ser del género “débil”. Prevalece también el autoconcepto de la mujer, en su mayoría no se creen capaces y se sienten inseguras de negociar mejores condiciones, sueldo o asumir roles de responsabilidad.

Sin embargo, resulta que la llave para transformar muchas de estas realidades están en las manos de las propias mujeres, basta con cambiar ciertos hábitos de vida y de elevar esa autoestima para transformarte en agente de cambio e irrumpir —con éxito— en el mundo de los negocios.

Paso 1. Encuentra el balance. Te invito siempre a poner en una balanza lo positivo y lo negativo de cualquier decisión que tomes, sopesa los sacrificios, decide y actúa. Es un reto alcanzar el éxito en todas las facetas de tu vida, muchas veces debes sacrificar una parte, de allí lo importante de decidir y asumir, con responsabilidad y conciencia, las consecuencias de esa decisión.

Paso 2. Sé organizada. Si quieres alcanzar el éxito como mujer de negocios, la organización es fundamental. Organizarte para administrar tu tiempo, para delegar tareas y enfocarte 100 % en cada actividad que te corresponda desarrollar.

Paso 3. Confía en ti. ¿Quieres ser una mujer exitosa en los negocios?, pues créetelo. La primera que debe tener la convicción de que logrará sus objetivos eres tú misma. Ese convencimiento es lo que te dará la fortaleza para perseverar y levantarte ante cada caída o rechazo.

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Paso 4. Aprende a comunicarte eficazmente. Una mujer de negocios exitosa no solo es capaz de crear nuevas actividades comerciales, sino además ser fuente de inspiración para su equipo de trabajo, para dirigirlo armónicamente en función de un mismo objetivo, y esto solo puedes lograrlo comunicándote de forma adecuada.

Paso 5. Mantén tus emociones bajo control. A la hora de tomar decisiones en el negocio, debe prevalecer siempre la razón, por encima de la emoción. Los problemas y las crisis de la casa se quedan tras la puerta de tu hogar, cometes un error cuando arrastras las crisis personales al trabajo. Si necesitas ayuda para enfocarte, puedes valerte de la meditación o ejercicios de respiración.

Paso 6. Actualízate. Como mujer de negocios o con aspiraciones de ascenso debes siempre estar al tanto de lo más actualizado en tu ámbito laboral, buscar fuentes de inspiración en otras mujeres que ya han alcanzado el éxito. Estar dispuesta siempre a estudiar para ponerte al día en tu área y siempre estar dispuesta a leer y aprender.

Paso 7. Sé positiva y rodéate de gente positiva. Lo positivo atrae lo positivo. Con una actitud optimista contagiarás a tu entorno. Busca siempre lo aprovechable en cada circunstancia que te toque vivir.

Buscando inspiración para desarrollar este artículo, me encontré esta reflexión de Hillary Clinton, que resume el mensaje que hoy quiero compartir contigo: «Siempre apunta alto, trabaja duro y preocúpate por lo que crees. Cuando tropieces, mantén la fe, y cuando seas derribada, recupérate y nunca le hagas caso a nadie que te diga que no puedes o no debes continuar».

Ciertamente, no hay suficientes mujeres CEO en el mundo, pero estoy convencida de que, con la actitud correcta y el cambio de mentalidad de cada una de las mujeres, podemos hacer la diferencia y construir juntas un mundo donde haya mayor cabida y aceptación del liderazgo femenino, en todos los ámbitos empresariales.