«Quien esté libre de fracasos, que lance la primera piedra». Absolutamente nadie ha escapado de algún fracaso, sea personal, de negocios, profesional o laboral. Todos, en algún momento de su vida han fracasado, la gran lección está en encontrar las claves para sacar el mayor provecho y aprendizaje de ese fracaso.

El temor por fracasar puede paralizar al más valiente, pero solo aquel que se detiene a detallar el error, a corregirlo, a sacudirse —y persistir— es capaz de superarlo, vencer ese miedo y triunfar.

No solo de éxitos aprende el hombre, también de los fracasos. Errar es una condición propia al ser humano, y así debes entenderlo, no para impulsarte al fracaso, pero sí para asumir esta circunstancia desde otras perspectivas.

Por ejemplo, la perspectiva de un militar, para un hombre formado en estrategias de guerra y armas, el fracaso no es una opción. Saben que hay vidas en juego, por lo que la resiliencia es su principal recurso para aprender a seguir avanzando, a pesar de la adversidad, a mantener el foco en la meta, a superar los obstáculos y saber levantarse luego de la caída. Ir a una batalla pensando en fracasar, es ir con la derrota como bandera.

No solo de éxitos aprende el hombre, también de los fracasos. Errar es una condición propia al ser humano. El temor por fracasar puede paralizar al más valiente

De los militares y su concepción del fracaso; tomo la resiliencia. Ellos entienden que el fracaso está allí, en el terreno. Es una posibilidad, un escollo que debe superar y levantarse. Y así, batalla tras batalla, hacen de la resiliencia un hábito. Caer, levantarse, sacudirse, aprender para mejorar, sufrir, pararse y aprender cosas nuevas.

Me pregunto en qué etapa del avance tecnológico estaría la humanidad hoy día, si Steve Jobs, en vez de persistir, avanzar y aprender de ese fracaso, se hubiese abatido y dejado llevar al foso del fracaso. Él tomó cada error y se superó. Incluso fue tan temerario que hizo de los errores parte de su narrativa para fortalecer su imagen, y la de su negocio. Jobs aprendió de sus errores. Halló la magia del aprendizaje y construyó a su alrededor una reputación tan memorable y positiva que se convirtió en legado.

Permíteme compartir contigo unas claves que, para mí han sido efectivas para continuar en la senda hacia el éxito:

Desmitificar el fracaso. Toma esa palabra y redefínela, no la visualices como un profundo hoyo imposible de superar. Etiqueta ese término como una oportunidad que se te presenta para aprender. Por ejemplo, estás convencido que tu idea de negocio es la mejor, pero lo lanzaste y no pasó nada. ¿Qué pudo haber pasado allí? Que no la ejecutaste en el momento preciso. Al asumirlo como lección, te abres a la posibilidad de evaluar y analizar fríamente lo que sucedió, a puntualizar los errores, a mejorarlos, esperar el momento preciso y avanzar. Cada error es el peldaño que te llevará un paso más cerca del éxito.

Robbins “El mundo cree en quien cree en sí mismo”

Exhibe tus heridas de guerra. Los fracasos son tus heridas de guerra, por lo tanto, no las escondas, exhíbelas con orgullo. Siente la satisfacción de haber sido tan valiente que te arriesgaste. El que no arriesga no fracasa, pero tampoco triunfa. Y al abrirte y ser franco sobre tus errores, también abres tu mente y te dispones a aprender de los demás.

Actúa. Ante el fracaso de una iniciativa, detente y cuestiónate sobre lo que realmente te motiva. Visualiza ese sueño que te impulsó a desarrollar una idea, vincula esa meta con la emoción que sentiste en ese entonces y pregúntate al sol de hoy, ¿qué tanto lo quieres? La respuesta te permitirá rehacer el enfoque y dar con la razón que te llevaron a iniciar tu negocio.

Equivocarse es válido, el secreto está en ver ese fracaso como una experiencia y una oportunidad para mejorar.

Esta reflexión la inicié con una gran verdad: «Quién esté libre de fracasos, que lance la primera piedra». Cuando un dueño de negocio identifica los errores cometidos, que lo llevaron a una caída y aprende de ello, es la mejor lección que puede ganar.

Recuerda que para ayudarte en este proceso puedes contar con la guía y el acompañamiento de un ActionCOACH que estará dispuesto a escucharte, a hallar los errores y a mostrarte la mejor forma para levantarte y subir un escalón más en tu camino hacia el éxito.