Todos nosotros tenemos necesidades de tipo fisiológico, psicológicas, sociales, personales, e incluso espirituales y llegamos a sentirnos frustrados, en mayor o menor medida, si no logramos satisfacerlas.

En este punto aclaremos que “necesidad” no es lo mismo que “deseo”, ya que la primera es la carencia de algo que puede o no incluir sensaciones fisiológicas, mientras que la segunda es únicamente mental y por lo general es la representación de nuestra carestía.   También se aplica, por supuesto al mundo de los negocios, y lo interpretamos a través de las necesidades básicas de los clientes.
Podemos definir como nueve las necesidades básicas del consumidor:  Subsistencia, Protección, Afecto, Entendimiento, Participación, Ocio, Creación, Identidad y Libertad. En los próximos artículos estaré compartiendo contigo cada una de ellas  y con esto podremos entender más ampliamente por qué la gente compra en tu negocio, lo que también facilitaría el diseño de la estrategia para mantenerlo como cliente.
Es por eso que los negocios cuyo nicho consiste en cubrir alguna o varias de las necesidades básicas del ser humano, resultan un éxito instantáneo  siempre y cuando el dueño sepa interpretar al cliente para brindarle el mejor servicio. Estas necesidades son recurrentes, de manera que si tu cliente se siente complacido y a gusto con el bien o servicio, ¿cuántas veces, a lo largo de su vida, podrá comprarte?
Hoy  te voy a hablar de algunos la Subsistencia, y se trata específicamente a estar sanos física y mentalmente. La gente necesita  comida, refugio y trabajo para vivir. ¿Tu negocio le habla a estas necesidades?
Está claro que así cómo es posible que ganes un cliente para toda la vida, resulta muy fácil perder un cliente y que este brinde malas referencias a su círculo social, si siente que no tuvo un servicio o un producto adecuado.
Me acaba de pasar en un Hotel 5 Estrellas donde me alojé en Ciudad de México. Tenía una reunión muy importante al día siguiente, pero la habitación que me asignaron estaba ubicada muy cerca de la escalera de servicio del restaurante, y antes de las cinco de la mañana, un nutrido grupo de empleados comenzó una escandalosa reunión de trabajo que incluyó ruido de platos, cubiertería y sillas, lo cual me despertó sobresaltada y afectó mi desempeño durante gran parte de la mañana, ya que me sentía desvelada. No he de explicar que no solo será muy difícil que regrese a ese hotel, sino que tampoco me arriesgo a recomendarlo a nadie, porque no cubrieron mi necesidad básica de sueño y descanso.
La historia se puede repetir, por ejemplo, imaginemos que llega un matrimonio con sus hijos todos ya con hambre a comer en un restaurante, y lamentablemente el negocio se tarda mucho en servirles la comida, eso genera un entendible malestar porque no han podido saciar su necesidad básica que es el hambre que los atrajo al local. ¿Te ha pasado alguna experiencia similar?
Escenarios de este tipo, pueden tirar al cesto de la basura los miles de dólares del Plan de Marketing, porque el negocio realmente no supo cubrir la necesidad básica de sueño, hambre, sed, que el consumidor quiso saciar.
Tu negocio entones no es sólo ofrecer un servicio o comercializar un bien, sino que la persona sepa que al acudir a ti con hambre, sed, sueño, cansancio, tendrá lo que requiere para subsistir y, por supuesto, toda una experiencia agradable, sin contratiempos, memorable, para que regrese repetidas veces ,y gracias a eso, te acompañe por siempre.