El proceso de aprendizaje hacia alcanzar tus metas, involucra un readiestramiento de la forma como te relacionas con tu propia mente. Las conversaciones que te planteas a ti mismo y el tono de ellas puede influir muchísimo en tu comportamiento y por lo tanto en el éxito de tu negocio .
En ocasiones, el diálogo que tienes contigo mismo puede ser indulgente o lleno de excusas, muchas de ellas absolutamente creíbles, y puede convertirse en el principal saboteador de ti mismo.
Cuando estoy tratando de aprender alguna posición especialmente difícil de Yoga, mi maestra me recomienda que me visualice varias veces al día haciendo los movimientos requeridos hasta alcanzar la posición, y que sienta la satisfacción de haberlo logrado. Es una de las formas de hacer trabajar tu mente a favor de tus metas.

¿La mente tiene su propio lenguaje? Es importante reconocer la forma en que tu subconsciente procesa la información, recibe o imparte las órdenes al resto del cuerpo. El lenguaje que mejor entiende tu mente debe tener tres características principales, de acuerdo a Theodore Bryant en su libro “Autodisciplina en 10 Días”.
1.- Los Mensajes deben ser positivos: ¿Cuántas veces te has encontrado con comentarios del tipo “Que bruto soy, no me había dado cuenta de…”, o “es que soy tan despistado”, “no me gusta hacer ejercicio”, “la cocina no se me da bien”, “tengo dificultad con los idiomas”. Son frases que no solo debes dejar de pronunciar, sino de creer. En cada una de las frases, hay un gran determinismo que estás transmitiendo a tu mente, que se enfocará en continuar guiándote por ese camino. No me malinterpretes, no estoy queriendo decir que, en algún momento, no puedas explicarle a alguien por qué no es buena idea dejarte a ti encargado de la cocina en un evento importante, sino que en lugar de afirmar que no eres bueno cocinando, puedes hablarle a tu mente indicando que “todavía no has aprendido lo suficiente de cocina”.
2.- Tus Frases deben ser enunciadas en presente sobre todo cuando sabes que debes estar trabajando en alguno de tus objetivos, pero no lo estás haciendo en este momento. Tu diálogo interior no es decir “debería estar haciendo llamadas a mis prospectos en lugar de estar viendo mi programa de televisión”, ya que la manera en que tu mente trabaja contigo en lograr tus metas, es si le dices. “Estoy haciendo llamadas a la lista que tengo hoy”, “Estoy llamando” y verás cómo te sentirás incómodo pensando que estás en una actividad mientras pierdes el tiempo en otra. Tu cuerpo comenzará a activarse en esa dirección, porque recuerda que tu mente es la que ordena al resto de tu cuerpo y controla tu voluntad.
3.- Debes ser específico: Tu mente requiere que le des cantidades y plazos. No basta con querer aumentar tus ventas, debes decirle a tu mente que en el próximo trimestre vas a aumentar, por ejemplo, 10% de tus ventas. Y Así comienzas a echar a andar el mecanismo para lograr tu objetivo, desde el momento en que se lo planteas así a tu interior.
Se trata de utilizar adecuadamente tu mente subconsciente para que envíe los mensajes a tus funciones motoras, a tus emociones y al resto de tu cuerpo.
¿Cómo puedes reentrenarte en tu diálogo interior?, repitiéndolo. La repetición y la práctica son el gran secreto y la clave para alcanzar la maestría en lo que te propongas.
Entonces toma acción y comienza a hablarte mejor, háblale a tu mente, que es algo totalmente gratis y verás la diferencia en tu vida y en tus negocios.