Para triunfar en los negocios, no basta con que éste sea  promedio. Si quieres alcanzar el éxito en cualquier área, debes saber cómo diferenciarte hacia lo extraordinario y marcar pauta en un mercado sobresaturado de productos y servicios.

Para convertir tu negocio en “extraordinario” debes exceder los límites de la normalidad o, en otras palabras, salirte de lo que ofrece o vende la mayoría de aquellos que son tu competencia. Tienes que destacar, llamar la atención, hacer que las personas quieran comprar tu producto o comerciar contigo porque es una buena decisión.

En 1937, el escritor motivacional Napoleón Hill, propuso una fórmula para alcanzar niveles de Venta Perfecta o, en otras palabras, volver tu negocio “extraordinario”.

Se trata de lo siguiente:

Venta Perfecta = Calidad de Servicio + Cantidad de Servicio + Espíritu de Servicio

  • Calidad de Servicio: Se trata de ofrecer un servicio esmerado, detallado, eficiente, que haga que el cliente se sienta más que satisfecho. Un producto impecable, a tiempo, que satisfaga y exceda las expectativas del consumidor.
  • Cantidad de Servicio: Lograr que el cliente se sienta atendido debido a una comunicación constante por parte del negocio con que hace trato. No hay cosa más frustrante que sentirse ignorado después de la primera compra. Un servicio post venta que incluya unos cuantos toques o unas llamadas para preguntar cómo se ha sentido con el servicio o producto ayudará a construir una relación.
  • Espíritu de Servicio: se refiere a la ética o a los valores que sustentan tu servicio. Hay negocios que uno puede sentir que todo está sustentando en la “transparencia” u honestidad. Quizá haya otros que se enfoquen más en la lealtad. Cualquiera que sea, tu servicio debe ser reflejo inequívoco de un valor profesado por el equipo.

No hay duda que la sumatoria de estos elementos, propician la fidelidad de tus clientes. Fíjate que no se está mencionando tener precios bajos, sino despertar una emoción positiva, una experiencia más que satisfactoria y extraordinaria alrededor de tu producto o servicio.

Te animo a que empieces a construir tu negocio extraordinario, haciendo parte de tu empresa la fórmula CCE. El ingrediente más importante es la constancia que, a lo largo de los años, tus clientes consigan sentirse bien tratados de manera consistente y sin sorpresas que los confundan.