En uno de sus tantos libros, “El Arte de Empezar”, Guy Kawasaki uno de los más grandes especialistas en nuevas tecnologías y marketing a nivel internacional, da luces sobre lo que debes hacer para iniciar un gran negocio: hacer que tu idea que tenga sentido, es la primera clave.

“El principal motivo para emprender un negocio es crear algo con sentido, desarrollar un producto o servicio que haga del mundo un lugar mejor. Por eso, tu primera tarea será decidir cómo puedes crear algo con sentido”.

Para quien considera su etapa de trabajo junto a Steve Jobs, un punto de quiebre de su exitosa carrera, la palabra sentido, no tiene nada que ver con el dinero, ni tampoco con el poder o con el prestigio. Ni siquiera tiene que ver con crear un entorno de trabajo divertido. El verdadero sentido tiene que ver con ideas que hagan del mundo un lugar mejor, que mejoren la calidad de vida, que enmienden una terrible injusticia y que haga que lo bueno perdure.

Ser seres con propósito nos hará emprendedores exitosos, así lo enseña este gurú de la gestión empresarial.

“No hay que dar nada por supuesto. Lo mejor es poner en el mercado nuestra propuesta y esperar reacciones. Y, a partir de ahí, ajustar el tiro”.

Kawasaki: Sin prisas, pero sin pausa

Querer convertirse en millonario de un día para otro, es el error que asiduamente cometen muchos emprendedores, porque rara vez eso ocurre, nos alerta Guy Kawasaki.

La mejor norma de vida es el «pasito a pasito»; sin prisas, pero sin pausa. Una vez que se empiece a caminar, no parar.

“Lo importante es tener como obsesión, el dar siempre lo mejor; y disfrutar mucho del camino”. Si se hace así, el resultado, llegará.

Eternamente jóvenes

Como alternativa para sobrevivir a la competencia, Kawasaki recomienda tener una actitud de mejora constante, es decir, ser eternamente jóvenes.

Nos alerta que, siempre, en algún lugar, habrá alguien planeando tu “desaparición” comercial.

Recuerda que las ventajas competitivas no son duraderas, y que si tu producto o negocio es bueno, intentaran copiarte o incluso lo harán mejor. Por lo que debes, siempre, ir delante de los otros, o sucumbirás.

Fracasar forma parte del camino al éxito

No hay que tener miedo al fracaso, es una parte más del camino hacia el éxito, esto lo dice Kawasaki quien, a mediados de los años ochenta, fue el responsable de Macintosh, rol que le valió el reconocimiento internacional.

Es el usuario quien te dirá si tu producto o negocio tendrá éxito o no, por ello, lánzalo y que sea el usuario quien lo pruebe, no te quedes esperando las pruebas o mejorando en exceso tu producto.

Para este exitoso evangelizador de negocios tecnológicos, en el mundo de los emprendedores casi siempre la mejor opción es “disparar primero y apuntar después”.

Sostiene su enfoque que, muchas veces, aquello que se pensaba que podría triunfar, acaba pasando desapercibido, y aquello que se pensaba que no gustaría, termina siendo un éxito. Son los clientes los que finalmente confirman o rechazan nuestros presagios y hasta que no se lanzan los productos y servicios al mercado, no se sabe cuál será la reacción de los consumidores.

“No hay que dar nada por supuesto. Lo mejor es poner en el mercado nuestra propuesta y esperar reacciones. Y, a partir de ahí, ajustar el tiro”.

Todo está por hacer

En todos los mercados, en todas las industrias y en todos los países, hay un sinfín de oportunidades, todo está por hacer.

Para detectar esas oportunidades hay que ser curioso y observador. “El mercado siempre da pistas de por dónde avanzar y cómo obtener una diferenciación. Basta tener la sensibilidad para saber descifrarlas”.

Presentar para cautivar

En el mundo empresarial todo se resume en presentaciones, cuando nos dirigimos a clientes, a proveedores, a inversores, empleados, socios. Y el éxito, nos revela Kawasaki radica en la capacidad de impactar.

Cada presentación es una ocasión de vender, de ganar credibilidad, de mejorar la marca personal, por tanto, no debería dejarse, el resultado final, en manos de la improvisación. “Las horas dedicadas a preparar una presentación no son gasto, sino inversión”.

Recordar siempre que el fin último de cada presentación es cautivar, por lo que es vital velar por la estructura correcta, el texto preciso e imágenes atractivas.

Comunicación de impacto

Toda comunicación causa una impresión en términos de marketing, y todo el marketing debería comunicar algo con verdadero significado.

Es imposible “no comunicar”, todo es comunicación, se comunica constantemente a través de palabras, gestos, forma de vestir, de participar en las redes sociales…

Una persona puede ser cautivada con una simple actualización de estado en Facebook, por lo que debes aprovechar cada ocasión de comunicación para crear impacto y generar beneficios.

Cambia el mundo

“Al final, o eres diferente o eres barato” nos dice Kawasaki, para quien las reglas y las normas forman parte de lo habitual y que, para alcanzar el éxito, muchas veces debemos hacer la excepción, marcar la diferencia y salir de lo estándar. Asumir el riesgo sin temor a equivocarnos.

Si se quiere tener éxito hay que atreverse, de otra manera, siempre serás uno más del montón.

Hacer un repaso por la vida y enseñanzas de Guy Kawasaki es pasearse por la senda del éxito, cargada de atrevimiento, irreverencia, errores, rechazos, pruebas, actitud ante la vida y propósito.

Marca la diferencia, intenta cambiar el mundo, impacta y cautiva, no le tengas temor al fracaso, no te estanques ni te conformes, y ten presente esta frase: “No se trata de empezar siendo grande, sino de terminar siendo grande”.

Si quieres terminar entre los grandes, da el primer paso y contacta a un ActionCOACH.