Te ha pasado que cuando estás haciendo algo que te apasiona o estas tratando de resolver un problema, te sumerges a tal nivel en esa tarea o circunstancia, que no eres consciente del paso del tiempo y el disfrute es tal que no eres capaz de pensar en nada más. Pues justo ese momento de concentración máxima o experiencia óptima es los que se denomina en psicología el estado de Flow.

La Teoría del Flow o Experiencia Óptima fue formulada por el doctor en Psicología Mihaly Csikszentmihalyi, quien en 1975 publicó tal tesis en el “Journal of Humanistic Psychology”.

Para Csikszentmihalyi, el Flow o Experiencia Óptima es un “estado en el que la persona se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa”.

Estoy segura que has vivido aquel momento cuando te sumerges en alguna actividad y has perdido la noción del tiempo. Por ejemplo, cuando te sientas a leer y la lectura te atrapa tan intensamente que se te van las horas si darte cuenta.

Son esos momentos en los que convergen ciertos factores que hacen una experiencia óptima y que alcances un estado de flujo.

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¿Cómo llegar a este estado de concentración y de disfrute máximo y luego cómo poder reflejarlo, no solo a nivel personal, sino también en tu negocio?.

La investigación desarrollada por Csikszentmihalyi, puede dar pistas. Este doctor en psicología se dedicó a entrevistar a distintas personas de Estados Unidos, Corea, Japón, Tailandia, Australia, de varias culturas europeas, e incluso de una reserva navajo y a partir de sus datos, logró resumir lo que hace que una experiencia agradable y óptima para las personas.

Al recopilar todas esas experiencias se detectaron ocho componentes principales, mismos que se hicieron presentes cuando se le preguntaba a las personas sobre cómo se sintieron cuando tenían una experiencia óptima o positiva:

  1. Nos enfrentamos a las tareas que tenemos la oportunidad de completar.
  2. Debemos poder concentrarnos en lo que estamos haciendo.
  3. La tarea tiene metas claras.
  4. La tarea proporciona retroalimentación inmediata.
  5. Se actúa con una implicación profunda, pero sin esfuerzo, que quita de la conciencia las preocupaciones y frustraciones de la vida cotidiana.
  6. Uno ejerce un sentido de control sobre sus acciones.
  7. La preocupación por uno mismo desaparece, sin embargo, paradójicamente el sentido del yo emerge más fuerte después del flujo la experiencia ha terminado.
  8. Se altera el sentido de duración del tiempo.

Para alcanzar este máximo nivel bienestar y conexión, puedes iniciar por los siguientes pasos:

Haz algo que te apasione. Para alcanzar el estado de flow se requiere una motivación presente. De allí que debes aprender a disfrutar lo que haces, solo así lograrás aumentar la productividad y la creatividad en lo que estás haciendo.

Traza objetivos alcanzables. Debes tener claro que quieres alcanzar y como lo puedes lograr, para disfrutar cada logro o meta obtenida.

Cierra las puertas a las distracciones. Ten en cuenta que el espacio físico influye en el nivel de concentración que tu o tu equipo, logren o pretendan alcanzar. Por lo que es importante cuidar detalles de iluminación, temperatura, ruidos externos, colores, entre otros detalles. Todo para favorecer la concentración.

Mantén la concentración el mayor tiempo posible. Suele suceder que cuando practicas una actividad por primera vez, te falle la concentración. En la medida que vas dominando esa práctica, en esa medida vas aprendiendo a disfrutarla y a mantener por mayor tiempo tu concentración activa.

Concéntrate siempre en el proceso, no en el resultado. Lo preponderante es aprender a disfrutar lo que se hace.

Ten presente que cuando aprendes a alcanzar el estado de flow, proyectas bienestar. Y cuando te dejas fluir al realizar cualquier actividad, tu productividad, creatividad, tu concentración, satisfacción y bienestar tienden a aumentar y mejorar.

Y finalmente recuerda que el término Flow, desde la perspectiva de la psicología positiva, guarda una relación directa con la creatividad, el talento y la felicidad.

Así que decídete a fluir, a dejarte llevar, a concentrarte y por ende a ser feliz y exitoso.