La última filtración de documentos, llamados Panamá Papers, sobre paraísos fiscales ha resonado por todo el mundo, y ya se han producido dimisiones de figuras políticas e investigaciones en varios países.

Esta filtración, la más grande que se conoce hasta ahora de este tipo, ha desnudado no solo una trama de corrupción interna en algunos países, sino los intentos de numerosos  hombres de negocio de proteger sus fortunas legítimas de las leyes impositivas de sus propias naciones.

Me quiero referir exclusivamente al grupo de empresarios que han generado sus fortunas producto de actividades legales y no de aquellos que amasaron fortunas ilicitamente.

Es una práctica común de las personas que han obtenido legítimas utilidades en sus desempeños financieros, el maximizar sus beneficios y optimizar sus recursos, pero en el “cómo hacerlo” es donde varios personajes, valiosos y honorables, pueden terminar envueltos en problemas legales como los que están generando los Panamá Papers.

Hay quienes dicen que los negocios no tienen corazón, pero sin lugar a dudas, lo que si deben tener los empresarios son fuertes valores éticos al momento de manejar sus negocios.

El punto no es el legítimo derecho de cualquier persona de buscar mecanismos para proteger sus recursos, sea dentro o fuera de sus países. Lo importante es si estas personas defraudaron al fisco y las leyes de sus naciones bajo cualquier modalidad. En ocasiones, pueden verse envueltos en estas desagradables circunstancias por la falta de vigilancia sobre su equipo administrativo e inversor.

He conocido empresarios que abdican decisiones importantes que tienen que ver con sus fortunas, a abogados o firmas que pueden hacer mal uso de la confianza depositada en ellos, ya sea defraudando al propio empresario, al Gobierno donde se mueven los recursos o a ambos. En ocasiones, el poco conocimiento de las verdaderas características de esas inversiones puede llevarlos a cometer errores que los meten de cabeza en los tribunales e incluso tras las rejas.

Es válido, y hasta necesario, hacer uso de la globalización y de las facilidades que brindan algunos países para constituir empresas o hacer colocaciones con pocas regulaciones impositivas que permiten un importante rendimiento, pero siempre que te mantengas bajo una actitud responsable frente a las leyes de los países involucrados, especialmente del tuyo.

Que puedes hacer:

  • Busca verdaderos expertos en el área que te asesoren de cómo optimizar tu dinero bajo el apalancamiento fiscal.
  • Prácticas tales como hacer compras empresariales con financiamiento pueden ser deducidas de los impuestos.
  • Analiza las opciones de nuevas inversiones, sobre las cuales los gobiernos de muchos países también ofrecen ventajas impositivas.
  • Incluso, puedes renunciar a tu ciudadanía, tal como lo hizo el  actor  Gerard Depardeu, quien no estaba de acuerdo con las medidas impositivas de su Francia natal y decidió cambiar su nacionalidad a la belga, mucho más condescendiente que la nación Gala en materia fiscal.

Como ves, hay muchas maneras de proteger e incrementar tu fortuna, bajo esquemas legales, limpios y transparentes.