Muchos dueños no saben a ciencia cierta si sus negocios están generando utilidades. Han abdicado el manejo y control de los números, en sus administradores o contadores, sin conocer al detalle el por qué de esos resultados. Y con base en esa información aportada por otros, prácticamente a ciegas, procede a tomar decisiones.

Esta triste realidad, me animó a desarrollar una guía sobre algunos términos y herramientas financieras, que te ayudará a desmitificar las finanzas y lograr que las sientas más cercanas. Soy una convencida de que eres capaz de entender y hablar el mismo idioma de tu equipo administrativo y de ventas, y mi meta principal es que retomes el control y las decisiones de tu propio negocio.

En un artículo anterior planteé la necesidad de que como dueño de negocios conozcas y tomes el control del panel de instrumentos financieros de tu empresa, y hoy ahondaremos en uno de sus medidores principales, hablaremos sobre el estado de resultados.

Al estado de resultados también se le conoce como cuenta de resultados o cuenta de pérdidas y ganancias, es el que determina si tu negocio está generando utilidades, se mantiene en el punto de equilibrio o tiene pérdidas.

Es el que puede dar respuesta a si tu negocio está generando alguna utilidad, si tus productos y servicios son los adecuados, si estás poniendo precios a los productos y servicios que reportan un beneficio razonable y te permiten seguir siendo una atractiva alternativa ante los competidores, si tu margen bruto es suficientemente sólido para mantener el negocio, tus verdaderos costos directos y si tienes la variedad correcta de clientes, incluso puedes determinar cómo hacer para trabajar la mitad y ganar el doble, todo gracias al estado de resultados.

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El estado de resultados se desglosa en diversos componentes, a saber:

Ventas: Es el primer dato de cualquier estado de resultados. Refiere a los ingresos totales percibidos por las ventas realizadas en un determinado período.

Costo de ventas: Te permite calcular cuánto le costó a la empresa el artículo que vende.

Ingresos netos: Es la cifra de ventas menos cualquier deducción, es el dinero que llega a su empresa.

Margen bruto: Es lo que queda antes de descontar los costos operativos.

Gastos de operación: Gastos involucrados directamente en el funcionamiento de la empresa (luz, agua, salarios, etc.).

Gastos fijos y gastos variables: Son aquellos que no cambian con las fluctuaciones del volumen de ventas, por ejemplo, el alquiler del local, de almacén o red de distribución del producto, el fin es que los gastos fijos sean los más bajos posible durante el mayor tiempo posible; y gastos variables son aquellos como el marketing, la depreciación y los pagos de intereses, por ejemplo.

Beneficios antes de impuestos: Es el remanente tras cubrir obligaciones operacionales y financieras.

Impuestos: Es el importe que paga la empresa al Estado, en función de su desempeño.

Resultado neto: Son las utilidades que le quedan a la empresa, este número revela si la empresa es rentable y cuantifica las utilidades.

Me preguntarás ahora, ¿cómo relacionar todos estos términos para finalmente arrojar el estado de resultados?, y acá lo resumo, en esta explicación: Si a los ingresos netos le deduces el costo de los artículos vendidos, el resultado es el margen bruto. Luego, si a ese margen bruto le restas los gastos fijos y variables, determinarás los beneficios antes de los impuestos. Y si a estos beneficios antes de los impuestos le restas los impuestos, obtendrás los resultados netos.

Finalmente, te recomiendo que a la hora de elaborar tu estado financiero tomes en consideración las siguientes claves:

  • Para mayor precisión, el estado de resultados debe realizarse de forma mensual, trimestral y anual, para un mejor seguimiento.
  • Es necesario detallar de forma precisa cada rubro de gastos, ya sean operativos, administrativos, financieros, etc.
  • Y asegúrate de partir de información real y confiable.

Hasta acá avanzamos sobre este tema, en siguientes entregas abordaremos cómo interpretar el estado de Tesorería y el Balance General, entre otros aspectos financieros.

Ten en cuenta que los negocios no existen para cubrir gastos o para generar pérdidas por largos períodos de tiempo, su rol es arrojar utilidades y que su resultado neto sea positivo, y esto lo logras asumiendo el reto de manejar de forma eficiente la información para una correcta toma de decisiones, y así lograr la permanencia competitiva de tu negocio en el mercado a largo plazo.

Este es mi propósito al guiarte por esta senda, si sientes que necesitas ahondar aún más en este objetivo, sabes que puedes apoyarte en un ActionCOACH, este no solo te acompañará, sino que además se asegurará de que aprendas a tomar el control de tu panel de instrumentos financieros.