Añadir un esfuerzo extra cuando crees que has llegado al límite de tus fuerzas, marca la verdadera diferencia entre los triunfadores y aquellos que se quedaron en el camino.

La realización de talleres y eventos públicos casi siempre provoca mariposas en el estómago al organizador, porque aun cuando todo parezca estar impecable, la convocatoria no siempre tiene el resultado esperado y casi, a último momento, todavía hay muy pocos asistentes confirmados.

Ese es, el  momento crucial al que se enfrentan muchos hombres de negocios. En la mayoría de los casos se inicia un diálogo con su conciencia y están a punto de cancelar todo, para evitar estar ante un auditorio vacío. Ese es el punto donde quienes persisten alcanzan sus metas, es cuando debes dar más de ti.

Es en ese instante cuando le recomiendo a mis clientes: ¡no canceles!, ¡no cedas!, ¡no te rindas! Redobla las llamadas, llama a cada uno de aquellos que no te han contestado, pídeles reconfirmación, envía recordatorios, vuélvelo a llamar, y esa “magia” del mayor esfuerzo hace su aparición llenando el salón. Lo he visto cientos de veces a lo largo de mi carrera como ActionCOACH.

Recuerda que cuando las condiciones son favorables las cosas son fáciles, no hay mayores problemas, y ahí todo el mundo logra los resultados, pero la cima más alta está destinada a aquellos que no rehúyen las dificultades, que cuando están frente al muro no piensan en retroceder sino en cómo lo van a atravesar, si con cuerdas, o rompiendo un boquete a través de él. Chocar contra ese muro no es un obstáculo, es una oportunidad. Tú sabes que puedes hacerlo y yo también confío en ti.