En el mundo científico sería imposible imaginar un buen descubrimiento si no hubiese sido acompañada de un buen número de preguntas. El periodista, antes de redactar, al menos se hace cinco preguntas sobre lo que escribirá para que la noticia tenga sentido, así mismo el arquitecto, para poder diseñar la casa de una familia debe hacer todo un set de preguntas a su cliente para entender como es su vida y poderle diseñar algo acorde a sus necesidades, por lo tanto, sin las preguntas no hubiese avances, buenos diseños, buenos diagnósticos, y en general no tuviésemos la vida que tenemos ahorita.

Desde nuestros primeros años de vida, reflejamos nuestra curiosidad haciendo preguntas. Un niño pregunta, pregunta y pregunta. Lamentablemente en el proceso de “educación”, esta curiosidad es mermada cuando los adultos corrigen al niño al ordenarle lo que “deben hacer” y que no pregunte tanto. Pero si llegas a la edad adulta sin hacerte preguntas estás perdiendo la oportunidad de tener una mejor vida.

En el coaching de negocios, las preguntas son herramientas indispensables que provocan, en muchas ocasiones, que el cliente llegue a sus propias respuestas o incluso tenga alguna revelación.

Cuando tienes un problema y no sabes cómo atacarlo seguramente lo que debe estar faltando es que hagas mejor calidad de preguntas.

Si quieres hacer las cosas diferentes a cómo la haces ahora, debes pensar y actuar diferente, por lo tanto es necesario que comiences a hacerte preguntas al respecto para conseguir nuevas respuestas.

¿Tienen las preguntas unas características en específico? Pues sí. Déjame compartirte el P.D.C. de las preguntas. ¿A qué me refiero con esto?

a.- Esas preguntas deben ser Positivas (P). No es lo mismo preguntar ¿Por qué no comienzo a hacer la dieta que tanto necesito? A preguntarse ¿Cuáles son los pasos que necesito para comenzar mi dieta hoy mismo?

b.- Ser Desafiantes (D). Esas preguntas deben cuestionar tu status quo. Lo que crees que es verdad te puede conllevar a una respuesta o a una reflexión que hagas cambies de parecer. Veo a muchas personas tomar decisiones porque “Nunca se ha hecho, pero puedes preguntarte ¿Si nunca se ha hecho significa que no se puede hacer? Esa pregunta ha permitido a muchos emprendedores explotar nichos nuevos.

c.- Tener Creatividad (C), no ser copias de otros. Cada persona tiene su propio proceso y sus propios retos. Por ejemplo. ¿Qué puedo hacer diferente de mi competencia que le daría un valor agregado a que me coloca por encima de ella?

Debes ser sistemático con tus preguntas porque estas podrán dirigirte hacia tus objetivos personales o laborales si continuamente estás cuestionando el proceso, el resultado, la alineación con el objetivo.

Por último, Anthony Robbins, en su libro “Despierte su Gigante Interior”, nos invita a hacernos estas siguientes preguntas, y puedes encontrar el P.D.C. en cada una de ellas.

1.- ¿Qué te emociona al asumir un reto?

2.- ¿Qué debo cambiar para crear una situación perfecta?

3.- ¿Qué estoy dispuesto a hacer para alinear la realidad con mi ideal de perfección?

4.- ¿Qué estoy dispuesto a dejar de hacer para crear mi situación ideal?

5.- ¿Cómo puedo disfrutar el proceso mientras trabajo hacia ese ideal?

Todos estamos cambiando a lo largo del tiempo y, en ocasiones, lo que nos parecía más importante va decayendo en jerarquía, por lo tanto una buena práctica es cuestionar regularmente lo que hacemos para reenfocar nuestro trabajo, nuestra familia, nuestros valores. Que nos brindará grandes beneficios.

No olvides que estas preguntas son un llamado a la acción en lugar de convertirse en interminables dudas paralizantes. ¿Estás dispuesto a entrenarte a aplicar el P.D.C. de las preguntas?