A lo largo de la vida, he conocido de cerca muchas mujeres quienes  se prepararon profesionalmente,  fueron a la universidad, comenzaron a trabajar con ahínco e, incluso, iniciaron su propio negocio.  Como es natural, también llegó la vida en  pareja y, entre sus planes,   levantar una  familia no se hizo esperar,  pero ahora  el panorama  cambia completamente. De todas las profesiones, la de madre es la única en la cual no quieres, ni puedes, jubilarte.

La intensa alegría de ser madre es proporcional al gran esfuerzo, y dedicación que le consagras a tu pequeño,  principalmente en los primeros años de su existencia. Es por eso que las mujeres nos encontramos, en definitiva, ante un dilema de vida.

Antes de continuar, me gustaría que te preguntaras ¿Qué es lo que esperas lograr en la vida? Este planteamiento lo he hecho a cientos de personas, de distintas edades y circunstancias e, independientemente de su género, la respuesta del 90% de ellas termina siendo la obvia, ser feliz.

Quiere decir que los estudios que hagas, las empresas que construyas, los cargos que desempeñes o tus decisiones sobre la maternidad, son instrumentos para alcanzar la plenitud, lo que supone que no se debe sacrificar la propia felicidad por lograrlos.

El dilema de la vida de madre versus la vida laboral, se puede convertir en un tema de momentos y prioridades  porque, afortunadamente, puedes planificar tu vida para poder disfrutar plenamente de ambas situaciones, ya sea en distintos momentos cronológicos o al mismo tiempo, pero con  distintas intensidades.  Hay tiempo para todo.

No estoy para sustituir tu decisión personal, sino para señalarte todas las opciones que tienes para alcanzar y ser feliz en ambas metas. Debes tomar en cuenta que, a pesar de los avances de la ciencia, la maternidad en la mujer se circunscribe a un espacio muy limitado en toda tu vida útil, en cambio, la realización profesional, puede lograrse en casi cualquier etapa de tu existencia.  No son momentos excluyentes pero, definitivamente, se superponen y la planificación que hagas para tus próximos meses y años es la clave que te permitirá vivir a plenitud cada etapa.

Si tomaste la decisión de vivir tu maternidad y la crianza de tus hijos y buscas desempeñarte  como una ejecutiva o empleada, tu prioridad debe ser buscar un trabajo que brinde apoyo  a su personal femenino      durante su etapa de maternidad, de manera que puedas combinar, sin mayor estrés, ambas cosas, por encima de los ingresos que pueda otorgarte otra empresa.

Pero si eres una emprendedora, en plena construcción de tu Pyme o dueña de un comercio, ya tienes una gran ventaja porque, desde un comienzo, puedes planificar tus objetivos a corto, mediano y largo plazo para que tu  negocio  funcione sin ti, y al lograrlo, puedas disfrutar tanto de tu maternidad como de tu negocio.

Pero  si decidiste dedicarles  el 100% de tu tiempo a tus hijos, ¡también es una excelente decisión y un momento que debes disfrutar! Sabes que la mejor inversión del mundo es hacer de ellos hombres y mujeres con valores, seguros, estables, y eso se logra  en el seno del hogar. No hay escuela que cumpla la misión de una madre. Tu tiempo profesional regresará, no lo dudes.

Te dejo la reflexión del autor Hodding Carter: ” Solamente dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: Uno, raíces y el otro, alas“.  Cualquier ruta de vida que elijas, debes dar el paso con seguridad y ahínco. Cada etapa de tu vida asúmela plenamente, sin añoranzas de tu trabajo o tus hijos, tu dualidad trabajadora -madre les dará las necesarias raíces y alas que deseas para ellos”.

¡Aprovecho para felicitar a todas las Madres especialmente a las mexicanas en su día!