Mi vecina es muy chistosa, excelente amiga, y muy buena gente, pero un tanto olvidadiza, su casa un poco desorganizada y parece que, en ocasiones, se encuentra abrumada entre las labores de su hogar, y las de su trabajo. Me comentaba que está atascada tratando de hacerse más disciplinada.

Sin embargo, mi vecina nunca ha dejado de cumplir con su trabajo en una importante firma de abogados. Lleva todos sus expedientes al día, cumple con los plazos, revisa en tribunales cada caso cuando debe, etc.

Al igual que Isabel, mi vecina, muchos de mis clientes señalan la necesidad de fortalecer su disciplina para alcanzar el éxito o lograr objetivos personales. ¿Lo has pensado tú también? Asumir que necesitamos esforzarnos para alcanzar mayor disciplina, la mayoría de las veces agrega mas estrés a nuestra, comunmente, ya estresada vida.

De modo que no necesitas estar constantemente tratando de imponerte disciplina, lo que necesitas es aprender a gerenciarla para alcanzar el hábito.

Si vemos la disciplina como la fuerza que requieres para entrenarte en un comportamiento, verás que solo harás uso de ella mientras incorporas la costumbre como parte de tu vida, tras lo cual, dejas de requerir un “esfuerzo adicional” para llevarlo a cabo porque creaste el hábito. Si quieres hacer un hábito, debes repetir esa conducta en promedio unos 66 días seguidos.
Entonces mientras transitas el camino para crear tu hábito, te recomiendo lo siguiente:

  • Uno a la vez. Parece obvio, pero cuando estás motivado puedes caer en la tentación de “dar un vuelco a tu vida” y decides dejar de fumar, comenzar los ejercicios y comenzar un hobby, todo la misma semana. La carga te abruma y caducas en pocos días.
  • Prioriza. Usa tus primeras horas de productividad para dedicarlas a aquello que deseas lograr.
  • Llama tu atención. Pon una alarma en tu teléfono para recordar que “es hora” de comenzar esa tarea.
  • Dale el tiempo necesario para que se cree el hábito, proyecta que, en al menos 66 día, comenzarás a tener ese comportamiento ya como una conducta normal.
  • Marca tu avance. Pon en un lugar visible un calendario donde puedas anotar cada día en el que llevaste a cabo lo que quieres lograr.

Tu motivación al éxito será la gasolina que alimente la disciplina a la que debes recurrir los primeros días de tu entrenamiento; visualízate disfrutando el resultado de tu esfuerzo, y verás cómo, poco a poco, se hace más fácil.