¡Que bueno es ser testigo de un acto de retribución a la humanidad! Eso fue lo que millones de seres humanos pudimos ver, en días pasados, cuando la célebre actriz de Hollywood, Angelina Jolie, ocupadísima mujer de negocios, multimillonaria, modelo, filántropa, directora de cine, documentalista y guionista, concentró todas sus actividades en un solo propósito: viajar a Perú, país al que se dirigió para conocer de cerca, palpar e identificarse con la cruda realidad de los migrantes venezolanos, de donde yo también soy oriunda.

Jolie, quien también es embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), acaba de visitar un Albergue en Lima, Perú, donde conversó con cientos de venezolanos que se refugian, temporalmente, huyendo de una crisis humanitaria sin precedentes que está afectando Venezuela.

La actriz conversó con las familias y niños venezolanos, a quienes llenó de esperanza, luego de conocer de primera mano las historias de muchos de ellos, que solo cuentan con lo que pudieron cargar en sus manos, luego de recorrer a pie, miles de kilómetros, desde Venezuela.

No es la primera vez que Angelina Jolie lleva a cabo este tipo de acciones, es conocida desde hace años su sensibilidad y dedicación hacia las causas de los refugiados, los desplazados y los afectados por las guerras del mundo, merecen especial atención: ha estado en Sierra Leona, Tanzania, Pakistán, Tailandia, el norte del Cáucaso, Kosovo, Pakistán, y Ecuador, Sudán, Kenia, Jordania, Egipto e Irak. Hoy suma a su labor trascendental, su preocupación por Venezuela.

“…Creo que todos queremos justicia e igualdad, la oportunidad de una vida con sentido. A todos nos gustaría recibir ayuda si estuviéramos en una mala situación”. Angelina Jolie.

Leí las noticias sobre esta acción humanitaria y confieso que me impactó la sensibilidad de esta mujer que, como a toda superestrella y millonaria, podríamos prejuzgar de modo equivocado, pero resultó ser alguien inmensamente sensible y cercana, dispuesta a generar cambios en la humanidad, destinada a sensibilizar al mundo, retribuyéndole todo lo que hasta ahora ha logrado.
Ella comenzó como una actriz talentosa, y ha venido evolucionando como actriz de voz, directora y guionista, pero siempre con un marcado acento hacia la filantropía en su vida al dedicarse a numerosas obras humanitarias.

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Y eso me llevó a reflexionar sobre el verdadero sentido de la trascendencia que deben cultivar todos los que aspiran a obtener riqueza y todos los que la han logrado. Angelina Jolie, quien por su fortuna ha ingresado en el Top 40 de celebridades de Hollywood con mayores ingresos, es la demostración fiel del impacto que logras cuando activas el ciclo de la gratitud y de la abundancia.
No en vano Robert Kiyosaki, autor del libro, Padre Rico Padre Pobre, dice claramente que llegado el momento, debes retribuir a la sociedad lo que a ti se te ha dado, en gratitud. Esa es tu oportunidad de trascender, porque estás dejando, con tus buenas obras, un legado a la humanidad.
Y es que cuando llegas a un nivel de riqueza superior, ¿qué mejor manera de agradecerle a la vida por ese logro que a través de la retribución?

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Es sumamente gratificante ver a alguien haciendo labores como estas, vertiendo parte de esa riqueza para aliviar dolores y penas, para dar esperanza y solucionar problemas. Allí está el sentido de trascendencia de un empresario real, ese es el verdadero legado.

Como muestra de admiración hacia esta mujer de negocios, por su sensibilidad, su altruismo y por su contribución al cambio de nuestra sociedad, quiero cerrar con una respuesta que Angelina Jolie ofreció a un periodista cuando éste le preguntó sobre su motivación a ayudar, ella dijo:

“No podemos cerrarnos a nosotros mismos, la información de la crisis y pasar por alto el hecho de que millones de personas están sufriendo por ahí. Honestamente, quiero ayudar. No me siento diferente a las demás personas. Creo que todos queremos justicia e igualdad, la oportunidad de una vida con sentido. A todos nos gustaría recibir ayuda si estuviéramos en una mala situación”.

Luego de leer esta reflexión ahora te pregunto, ¿Has pensado en retribuir lo que hasta ahora has logrado?, ¿Has reflexionado sobre la trascendencia? ¿Qué legado le dejarás a la humanidad? ¿Cómo quieres ayudar?