Cada vez más personas eligen trabajar como autoempleado, ya sea porque su profesión les permite producir de forma independiente o porque están emprendiendo un negocio propio.

Si te encuentras en esa situación, sabes que como autoempleado o FreeLancer, cuentas con muchas libertades que no pueden tener aquellos que pertenecen a una organización empresarial o negocio, aunque también  tus responsabilidades son mayores, pero ¿cuándo fue la última vez que disfrutaste unas merecidas vacaciones?.
Aunque los trabajadores independientes pueden tomarse uno o dos días libres, el “salir de vacaciones” en familia puede ser un asunto retador y, en muchas ocasiones, sucede que aunque logra tomarse las vacaciones físicamente, está cumpliendo con su trabajo a distancia usando la computadora, la tableta o el teléfono inteligente.
Podría decirse que el FreeLancer le es muy difícil despegarse de sus obligaciones, porque además de no contar con una organización de apoyo, por lo general maneja una variada cartera de clientes que requieren de sus servicios constantemente. ¿Cómo puedes lograr tus ansiadas vacaciones sin tener que estar atado a tu computadora?
Esta situación me recuerda a la historia de Daniel Eduardo, quien  es un Diseñador Gráfico FreeLancer que maneja varias cuentas empresariales. Aunque con éxito en su carrera, en tres años no había logrado llevar a su familia a ese crucero por el Caribe que tanto ansiaban, porque no podía dejar de atender los requerimientos de sus clientes. El cansancio acumulado y el disgusto de su paciente esposa lo animaron a buscar ayuda con un ActionCOACH. De esta manera, Daniel identificó que uno de sus mayores problemas radicaba en el afán perfeccionista y en el temor de que un colaborador podría no estar a la altura de sus exigentes clientes.
Sin embargo, empezó, bajo la tutela de su coach de negocio, un proceso de sistematización de su trabajo, ayudado con las herramientas tecnológicas que existen en su área, y pudo perfilar un “formulario” adaptado a su estilo de diseño, con el cual adiestró a un joven aprendiz que resultó muy motivado y disciplinado. Con ello pudo adelantar sus proyectos y así ganó tiempo libre.
Algunos meses después de ese transitar de Daniel para programar sus vacaciones familiares, descubrí con agrado, gracias a Facebook, que no solo pasó unas vacaciones excitantes por el Caribe, sino que ahora está ampliando su oferta de servicio a programación de páginas web y manejo de redes sociales.
La clave para que un autoempleado disfrute su tiempo libre, es planificación y apalancamiento. Si quieres “despegarte” unas semanas de vacaciones, debes aprender a identificar aquellas personas con el potencial para hacer tu trabajo, una vez adiestrados, mientras tu vacacionas. Incluso, ese colaborador puede transformarse en parte permanente de tu equipo en cuanto tu cartera de clientes crezca, de tal manera que puedas pagarlo y requieras del apoyo de terceras personas permanentemente.
Lo ideal es que escribas las instrucciones, de esa manera ya estás adelantando el trabajo cuando tu autoempleo se convierta en un negocio con otras personas trabajando para ti.
Por lo pronto, debes comenzar con varios meses de anticipación a entrenar a una persona de confianza a quien puedas delegar momentáneamente la parte operativa, para que puedas disfrutar tus vacaciones, pero ¡No lo olvides! la comunicación con tus clientes debe continuar siendo tu responsabilidad.
El poder romper con la rutina durante algunas semanas, nos brinda la energía necesaria para continuar con nuestra jornada, bajar los niveles de estrés propios de la vida cotidiana y son espacios importantes para el compartir familiar. Recuerda, tener tu propio negocio debe darte más tiempo para disfrutar la vida. No permitas que al buscar tu independencia económica quedes esclavizado en tu emprendimiento.