Puedes tener un negocio prometedor basado en una idea genial, puedes contar con el capital y el apoyo de inversionistas y puedes contar con el mejor plan de acción, pero si no cuentas con un equipo de trabajo orientado en un mismo propósito de crecimiento, si no está comprometido y motivado, no hay plan, ni crecimiento posible.

El plan de crecimiento de un negocio, como todo fin que involucra a un equipo, si sus actuaciones y visión no están orientadas hacia una misma dirección, sencillamente no se logrará.

Muchos se enfocan en trazar planes en su negocio, pensando primero en la inversión que ello significaría, en la cantidad de personas que demandaría, en ampliar las dimensiones del espacio de trabajo, en la decoración y distribución de las oficinas, en la adquisición de nuevos locales, y hasta en una buena formulación de estrategias y metas, pero obvian lo principal, dejan a un lado engranar y aceitar todas las piezas que pueden mover el negocio hacia la dirección que se desea.

Un trabajador comprometido se esfuerza por cumplir eficientemente  sus labores y la suma de trabajadores motivados y comprometidos, sin duda se constituyen en un motor tan fuerte que impulsará a la empresa hacia la productividad, la rentabilidad, eficiencia y éxito.

Ese es el fin que debes perseguir, pero ¿cómo lograrlo?, ¿cómo incorporar a todo el equipo en los planes de crecimiento de tu negocio?, y, ¿cómo hacerles entender que el crecimiento del negocio es un asunto de todos?

Paso 1. Explora la motivación de tu equipo. Como condición a todo plan de crecimiento, debes darte a la tarea de conocer las motivaciones y hábitos de tus trabajadores. ¿Qué piensan acerca  de la participación y el compromiso? Esto puedes lograrlo abriendo los canales de comunicación y participación, mediante encuestas, lo que te permitirá medir cuál es el nivel de compromiso actual, y,  con ese insumo, implementar estrategias para lograr incrementarlo. Así tendrás el terreno abonado, a la hora de tomar acciones de crecimiento.

Busca métodos cualitativos y cuantitativos que te ayuden a obtener la percepción más cercana y real de la opinión de tus empleados.

Paso 2. Haz que todos se sientan partícipes del proceso. Desde el mismo proceso de elaboración del plan de crecimiento, debes involucrar a todas las áreas y todos los niveles. La comunicación clara y fluida de los objetivos y cambios con los empleados es vital para que no haya confusión, y,  por ende, desmotivación o sabotajes.

Tus gerentes y jefes de equipo juegan acá un papel vital, son los portavoces de tus planes y de tu visión.

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Paso 3. Asegúrate de que tu plan de crecimiento se traduzca en crecimiento integral del personal. Abona el terreno para que este sea fértil a la hora de sembrar. De eso se trata esta fase, de preparar profesional y emocionalmente a tus trabajadores para que su visión y tu visión de crecimiento estén alineadas a la hora de ejecutar el plan de crecimiento.

Invierte en tus empleados, organiza y apoya su capacitación, motívalos a mejorar sus habilidades y capacidades, a trabajar en equipo. Crea planes de incentivos y bonificaciones por rendimiento, eficiencia e innovaciones. Recuerda que, al priorizar a tu gente, estarás obteniendo su  mejor rendimiento.

Paso 4. Implementa el plan y evalúa. Un plan de crecimiento empresarial debe asegurar la sostenibilidad del negocio, aumentar los ingresos y su rentabilidad, por lo tanto, debe partir de objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido.

Llevar a la realidad un plan te permite medir su efectividad o determinar su margen de error, pero para saber cuáles correctivos implementar y en qué áreas, es necesario evaluar y desarrollar un sistema de medición.

Paso 5. Aprende a Comunicar y a Escuchar. El compromiso está íntimamente ligado a la comunicación. Un trabajador que no se siente en la libertad de expresar su opinión y que esta no sea tomada en cuenta, prefiere guardar silencio, un  silencio que puede conllevar a la desmotivación y a frenar el crecimiento del negocio. Para contrarrestar este efecto, no solo es  vital que desarrolles las habilidades como líder para comunicar tus planes, también es fundamental escuchar, de forma, activa a tus empleados.

Un empleado comprometido se desempeñará por encima de su promedio, desarrollará un sentido de equipo y la organización crecerá.

Es por eso que en Engage & Grow ayudamos a las empresas a crear una fuerza de trabajo comprometida a través del apoyo, la honestidad, el respeto, el sentido común y la diversión. Lo que resulta en una fuerza de trabajo más comprometida, una productividad mejorada, una cultura más sólida y más ganancias. Si quieres más información, consulta al coach de Engage and Grow de tu ciudad.