Durante la gestión de una nueva empresa, se debe hacer frente a un gran número de problemas, la mayoría de los cuales pueden ser de origen externo, como cambios en la política económica, la inflación, la competencia, por citar algunos, pero lo cierto es que, por lo general, los obstáculos que enfrenta un emprendedor se originan en su propia inexperiencia.
Estos traspiés de novato, son más fáciles de percibir por quienes están fuera de la empresa que por quienes se afanan cada día dentro de ella.
El no entender cuál es, a ciencia cierta, tu público objetivo, es uno de los errores más comunes en que caen los recién estrenados “dueños de negocios”, lo cual origina que inviertan recursos y tiempo a lo que se ha dado en llamar “dispararle al pato equivocado”. Te explico de una forma sencilla: Si quieres cazar patos, ¿por qué disparas a palomas, pájaros silvestres o a venados, gastando tiempo, energía, y balas?
Cuando inicias tu negocio la primera regla que debes saber es que tu producto o servicio no es “para todo el mundo”. Mientras no creas esto, terminará siendo “para nadie”. Ese posible “consumidor ideal” es lo que los marketeros denominan “el target de tu producto”
Si tienes un comercio especializado en productos infantiles, y en él vendes pañales, bañeras de bebés, sillas infantiles de carros, coches para nenes, juguetitos, cunas, muebles de guardar ropa infantil, decoración de cuarto, ropa o alimentos para infantes, debes saber que aunque el usuario final son los bebecitos, el público a quien necesitas atraer es a las madres y padres de esos bebés. ¿Fácil? Entonces toda tu mercadotecnia debe estar orientada a este público meta.
Así mismo, si tienes una iniciativa en el mercado ferretero, sabes que es un sector que está dominado por el público masculino. Esta regla aplica incluso con artículos ampliamente difundidos como las computadoras y sus periféricos, que aunque tienen un grupo muy amplio de consumidores, también tienen distintos público metas dependiendo del producto en específico.
Entonces, si quieres apuntarle al pato adecuado, necesitas tener el “arma y el cartucho” apropiado para no gastar tiempo y recursos en clientes de otro perfil que, aunque también pueden comprarte tu producto o servicio, no es el grueso de tu público meta.
Para descubrir quién es en realidad tu target, debes usar tu sentido común y –papel y lápiz en la mano- empezar a desglosar algunas características de las personas a quien crees les fascinaría tenerlo:
-Perfil Personal: Edad, sexo, educación, condición familiar (soltero, casado, con hijos, sin hijos)…
-Perfil Económico: Nivel de ingreso, hábitos de compra, clase social…
-Perfil Demográfico: etapa del ciclo de vida, ubicación geográfica…
-Perfil Psicológico: gustos, intereses, personalidad…
Mientras mejor conocimiento tengas de tu target, te será más fácil desarrollar estrategias de venta, de marketing, discurso de negocio, y otros.
No cometas el error de salir a cazar patos y no saber con qué tipo de arma lo vas a hacer, o de estar disparando a muchas otras presas, ¡perdiendo la oportunidad de reservar tus recursos para el pato más jugoso y grande!