Los dueños de negocios están sometidos a muchas situaciones retadoras, no exentas de riesgos e incertidumbre, por lo que es necesario drenar esa presión con actividades enriquecedoras y una actitud positiva que, y al mismo tiempo, permitan tomar las mejores decisiones.

Una forma de abordar positivamente el estrés al cual están sometidos los dueños del negocio, puede ser a través de algunas prácticas expuestas en el budismo, una filosofía fundada en la India en el siglo VI a.C., por Buda Gautama, que te invita a meditar acerca del ahora y alcanzar la serenidad, lo cual puede ser de gran utilidad si la aplicamos a los negocios.

Si bien es cierto que Gautama expresa que el anhelo, esa constante insatisfacción del ser humano, es lo que lleva a la infelicidad, no es menos cierto que este concepto tiene su pertinencia en el mundo de los negocios.

En los negocios pudiéramos no tener límites, pero si tenemos una carrera desaforada, en la búsqueda de más y más, sin percatarnos de lo logrado, puedes terminar con una carrera vacía. De allí que resulta normal encontrarte con personas que suelen decir que tienen un gran emporio, un negocio exitoso, pero que esto no le da la felicidad.

En los negocios si tenemos una carrera desaforada, en la búsqueda de más y más, sin percatarnos de los logros, podemos terminar con una carrera vacía.

Claro que es un punto filosófico, pero de él pudiéramos conectarnos con esa enseñanza y darnos tiempo para pensar cuál ha sido el mejor logro y disfrutarlo, sentirlo de verdad. Darnos un espacio diario, tal vez en una rutina matutina y hacer una pausa para agradecer, pensar en todo lo que has obtenido y reconocer los esfuerzos de tu equipo.

Tomarte una pausa para dar las gracias a ese cliente que siempre cumple de forma puntual sus compromisos, quizás nunca lo has hecho y lo das por sentado, pero piensa, como se afianzaría esa relación, si te tomas el tiempo para agradecerle por su buen hábito y lealtad.  O agradecer a ese proveedor que siempre te ha estado acompañado con productos y servicios de calidad, pero a lo mejor, por estar metido en esa carrera de “quiero más” no te has dado el tiempo de parar, estar consciente y agradecer.

Cuando un Millonario Retribuye al Mundo

Una consideración final que me resulta interesante del budismo es su perspectiva sobre la actitud, según esta filosofía, la personalidad y la buena actitud deben imponerse a la habilidad. En otras palabras, a la hora de medir y evaluar resultados y efectividad de un colaborador, a la hora de seleccionar un nuevo talento, su esfuerzo y su aptitud no resultan suficientes, tendrá mayor valor que este cuente con la debida actitud.

Con estas reflexiones, no pretendo juzgar religiones o creencias, y como una pragmática de los negocios quiero hacer aportaciones en tu proceso de formación para hacer de ti un mejor dueño de negocios.

Espero que estas ideas sean de utilidad y provecho en tu proceso de crecimiento y avances hacia el éxito, si quieres obtener mayor información o descubrir nuevas claves sobre el tema, contacta a tu ActionCOACH más cercano.