Cumplir con todas las tareas necesarias para que tu negocio siga creciendo, requiere una inversión de energía que es preciso administrar.

El zambullirse, sin más, en una vorágine de trabajo inagotable, puede llegar a ser muy estresante, y puedes acabar consumiendo gran parte de tus energías físicas, mentales y emocionales, incluso tener algún episodio de “burnout.

Tal es el caso de María Fernanda, quien dedicaba al menos 10 horas diarias de trabajo, dentro y fuera de su oficina, como empleada de un estudio de diseño de interiores, pero luego de un par de años descubrió que el dinero no era suficiente y el cansancio con el que terminaba cada jornada le imposibilitaba pensar en realizar actividades recreativas.

Un buen día,  decidió tomar las riendas de su vida y abrió su propio estudio de diseño, tiene personal contratado y una cartera de clientes que le permite obtener los ingresos que desea, pero no ha logrado de sentirse con “burnout”.

¿Su error? No descansaba de forma adecuada, permitiéndose llegar al agotamiento, con los riesgos que eso supone, puesto que mientras más cansado estés, más tiempo consumirás para alcanzar tus objetivos y las probabilidades de cometer errores aumentarán.

Energía ¿Cuándo?

Identifica los momentos del día en que tienes más energía y construye hábitos para utilizar ese período en las tareas más importantes y exigentes.

Es necesario que sepas reconocer cuál es tu mejor momento en el día para que enfrentes lo que más trabajo te cuesta hacer o aquello cuyo resultado sea más importante para ti y tu negocio.

Según estudios realizados por catedráticos de universidades canadienses y estadounidenses, las primeras horas del día, luego de despertarse, favorecen a la productividad, siendo las más efectivas y creativas porque cuentas con más energía.

Dichos estudios explican que el principal error en el que puedes incurrir es acumular tareas que no podrás afrontar y sostienen que el mejor plan de acción es priorizarlas y dedicarte a las más importantes. ¿Cuándo? En la mañana.

Ejercitar la mente desde primera hora es la mejor arma para acabar mejor el día y un modo de aprovechar esas dos horas iniciales es planificar la noche anterior lo que se hará al iniciar la jornada.

Toma en cuenta estas recomendaciones:

  • Dedica las dos primeras horas de tu jornada a las tareas más complejas y que requieran una mayor concentración, todo tu potencial estará a disposición de ese reto y vencerlo será más fácil.
  • Evita las distracciones y mantén el foco en lo que debes hacer. El mejor momento para charlar con tus compañeros o tener reuniones, es en la última hora de la mañana o la tarde.
  • No te enfrasques en tareas rutinarias. Revisa tu buzón de correo, pero sólo presta atención a aquellos mensajes realmente importantes o urgentes. Lo que no es prioritario puede hacerse más adelante.
  • Evita las redes sociales. Pasadas las dos primeras horas, a modo de descanso, puedes echarles un vistazo, pero hacerlo apenas amanece supone un desperdicio de tiempo.

Descansa adecuadamente

Ten presente que descansar no es sinónimo de perder el tiempo. Cuerpo y mente necesitan pausas para recuperar energía y hacerlo adecuadamente te permitirá, al día siguiente, hacer un trabajo de mucho mejor calidad.

Dormir adecuadamente cada noche y no esperar a que el agotamiento no te deje dar un paso más, es lo ideal, y una manera de lograrlo es apagar el teléfono móvil y el televisor una hora antes de lo que cotidianamente lo haces.

Irte a descansar cinco noches por semana a las 10:00 de la noche es una buena manera de estar preparado para enfrentar el trabajo con la mayor energía.

Tómate un día realmente libre cada fin de semana. Durante ese día, sea sábado o domingo, no abras tu correspondencia, olvida los asuntos de la oficina o cualquier cosa que represente un esfuerzo mental.

Realiza actividades como ir al cine, hacer ejercicio, pasar tiempo de calidad con tu familia, salir a caminar o participar en cualquier otra actividad que permita que tu cerebro se recargue.

Si te acuestas temprano cinco noches por semana, si duermes más durante los fines de semana y descansas un día completo cada semana, tendrás energía adicional que te permitirá superar la postergación de las decisiones y emprender las tareas principales con mayor rapidez y más decisión que las que nunca tendrías si estuvieras cansado.

Tu éxito no solo depende de toda la formación y de la información que obtengas para llevar adelante tu negocio. Los cuidados que le dediques a tu mente y a tu cuerpo incidirán enormemente en los resultados que obtengas, no olvides que un buen gerente también administra adecuadamente su energía.