Hace algún tiempo sostuve un hermoso y esperanzador encuentro con un grupo de jóvenes emprendedores de Nuevo León, fue un excelente conversatorio donde las ideas y los consejos surgían al ritmo impetuoso de las dudas y las ganas de crecer de estos ambiciosos visionarios, que querían libertad financiera.

Algunos querían abordar y conocer a cerca de la sistematización de los procesos de cada uno de sus negocios, otros sobre la creación de equipos de trabajo exitosos, sobre el marketing, querían despejar sus dudas sobre el alcance de los flujo-gramas y si éstos eran aplicables en sus organizaciones, pero lo que me sorprendió de la mayoría era que insistían en conocer las claves para obtener la anhelada libertad financiera.

Es así como conocí a Luis, un talentoso diseñador gráfico y productor audiovisual, de apenas 23 años, que sembró su emprendimiento en Monterrey y quien sueña en desarrollar su proyecto en cada principal ciudad de México, ofreciendo visuales de 360 grados y 3D para hoteles, empresarios y toda actividad vinculada al turismo. Al conversar con Luis, te das cuenta de su claro enfoque y visión de progreso para su negocio, sin embargo, una gran duda rondaba por su cabeza y así me lo hizo saber. ¿Cuáles son las claves para obtener la libertad financiera?

Esa tarde resumí la lección en cuatro claves o hábitos, que espero te sirvan a ti también, para lograr ese anhelo, porque puedes tener ideas magnificas, puedes contar con todos los sistemas de trabajo y tener un excelente equipo, pero si no aprendes a manejar las finanzas con inteligencia y sensatez, puedes sepultar tu negocio, antes de verlo crecer.

Puedes tener ideas magníficas, puedes contar con todos los sistemas de trabajo y tener un excelente equipo, pero si no aprendes a manejar las finanzas con inteligencia y sensatez, puedes sepultar tu negocio, antes de verlo crecer. Aquí te comparto algunas claves para obtener la libertad financiera

Primer hábito: Tómate tu tiempo y elabora un presupuesto mensual, sincero, de tus ingresos y tus gastos, e intenta siempre vivir por debajo de tus necesidades.

La mayoría de las personas lo que hacen es surfear sobre sus ingresos, ¿a qué me refiero con la analogía de surfear los ingresos?, a que con los ingresos, sean estos fijos  o variables, pagan sus cuentas, mantienen un estilo de vida muchas veces no acorde a su realidad financiera, compran cosas que realmente no necesitan, y al final del mes, lo único de lo que se percatan es que el dinero no les alcanzó o alcanzó apenas, pero no se detienen a calcular sus egresos, ni mucho menos a determinar en qué gastaron su dinero.

Y es precisamente allí donde radica la importancia del presupuesto, porque es, gracias a este instrumento, con el que puedes lograr mantener tus egresos por debajo de tus ingresos. Recuerda que no es cuestión de que sobrevivas un mes, es cuestión de promedio.

Un presupuesto no funciona cuando lo haces de vez en cuando, es una acción que debes asumir como hábito de vida. Planifica mensualmente tu presupuesto.

Al tomar conciencia de tu dinámica de gastos, podrás establecer los correctivos.

También puedes leer: Claves para Desarrollar el Presupuesto de tu Negocio

Segundo hábito: Ahorra inteligentemente. No se trata de que te impongas limitar tus gastos, no es recortar y ya, es recortar gastos, pero a la vez procurar incrementar tus ingresos.

Ten presente que mientras más bajos sean tus ingresos, las posibilidades de ahorro son menores o se hacen más difíciles, por lo que siempre debes estar abierto a la creación de fuentes alternativas de ingresos.

Lo recomendable es que te establezcas como hábito ahorrar, cada mes, entre 3 y 5% de tus ingresos.

Otra manera de evitar gastos innecesarios o excederte continuamente, es pensar en porcentajes, aprende a vivir con un 70%  de tus ingresos, el resto, invertirlo en planes de ahorro o programas financieros que garanticen su crecimiento y solidez.

Tercer hábito. Haz el doble de citas. Tal como te comenté en el primer hábito, lo ideal es recortar tus gastos pero también, hacer todo para incrementar tus ingresos.

Si en tu dinámica de negocios promedias un número de citas diarias o semanales, hazte el propósito de duplicarlas, y así crecerán las posibilidades de incrementar tus ingresos.

Compromete a tu equipo de trabajo en el propósito de reconocer los gastos superfluos y evitarlos, pero también para que, juntos, se planteen un plan de trabajo que redunde en la eficiencia y la productividad, para que juntos remen hacia una mayor rentabilidad.

Te invito a descubrir si eres un Doer

Cuarto hábito: Cuida tu reputación financiera. Las tarjetas de crédito son una tentación, es esa serpiente que te invita constantemente a darte gustos superfluos, que te llenan momentáneamente, pero que a final de mes, pueden convertirse en un dolor de cabeza.

Paga a tiempo a tus proveedores, no te excedas en compromisos que sabes no vas a poder cumplir a tiempo, recuerda que puedes negociar plazos de pago.

Utiliza tus tarjetas de crédito con sensatez para tus gastos corrientes y siempre págalas a tiempo. Tu reputación es vital para aspirar tener a futuro tu libertad financiera.

Y por último, quiero dejarte, más que un hábito, una lección de vida, te invito a reflexionar sobre la ambición, asume para ti ese ese concepto de ambición que te empuja a crecer siempre, a persistir, a querer constantemente más, ese es el concepto positivo. No te ciegues con la ambición desmedida, esa que te impide valorar tus logros.

Disfruta y celebra cada peldaño alcanzado, no  te pierdas ese disfrute preguntándote incesantemente qué harías si tuvieras más,  más bien, pregúntate qué estás haciendo para tener más y lograr la libertad financiera.

Al terminar nuestra charla, Luis se quedó pensativo, me comentó que mientras conversábamos, repasó rápidamente sus hábitos de gastos, visualizó su crecimiento y se comprometió consigo mismo a establecer los correctivos. Estoy segura que, al igual que este joven emprendedor, te tomarás el tiempo para revisar tu dinámica diaria, espero que estos hábitos te ayuden a alcanzar también esa libertad que todos anhelamos.