Hay empresarios que tienen muy alto empuje y frecuentemente se brincan las etapas de consolidación mientras hacen crecer sus negocios, y eso les lleva a diversos problemas como descontrol del flujo de efectivo, descontrol de la entrega y del servicio, alta rotación de personal, por mencionar algunos, a veces con consecuencias graves como el cierre del negocio.
También me encuentro con empresarios que dejan la dirección de su negocio en manos de otra persona, sea su heredero o un profesionista, antes de tiempo, sin haberse preparado ni haber preparado su negocio adecuadamente antes de dejarlo. Y las consecuencias son similares en estos casos.
¿Qué debe hacer un empresario para no brincarse etapas?
Lo primero es trabajar con un coach de negocios que le diga “todo a su tiempo” cuando necesita oírlo, que le enfoque y le oriente cuando tenga que consolidar el crecimiento, que le enseñe lo que debe de tener preparado antes de dejar la dirección de su negocio y le acompañe durante esa preparación.
Segundo, debe hacer lo que el coach le dice y ponerlo en práctica, resistiendo a la tentación de hacerlo como siempre o hacerlo superficialmente. Debe predicar con el ejemplo.
Tercero, debe seguir las etapas y no brincárselas.
Desde el punto de vista de Kaizen, las etapas son como una espiral ascendente:
crecimiento – consolidación – crecimiento – consolidación y así constantemente.
Deje su comentario