La naturaleza se rige bajo la Ley de Selección Natural, donde unas especies evolucionan adaptándose al medio ambiente, gracias a que desarrollan características que le permiten mayor probabilidad de supervivencia, mientras que otras se van extinguiendo.

Esta ley  puede extenderse al comportamiento de los seres humanos, cuando se trata de la habilidad de llevar a cabo las cosas haciendo el mejor esfuerzo, como una forma de alcanzar ser eficiente en tu vida.

Ya sea que estés emprendiendo un nuevo negocio, haciendo crecer tus ventas, tratando de mejorar tu salud a través de un régimen de dieta o ejercicio, o simplemente deseas cambiar algún comportamiento, si no haces “tu mejor esfuerzo”, es difícil que alcances el éxito.

Cuando vives con la plenitud de hacer tu mejor esfuerzo, disfrutas más de tu trabajo, y las recompensas no se hacen esperar. Al hacer un mayor esfuerzo, comienzas a dar vuelta a una tuerca de excelencia que te producirá mayores satisfacciones que las derivadas de un comportamiento promedio. De eso se trata la selección natural.

La  persona que es más atenta y consecuente con los amigos, mantiene mejores relaciones. Aquellos que perseveran en los negocios, alcanzan el éxito gracias al esfuerzo, igual aplica a los estudios, o a cualquier otro aspecto de tu vida.

Todos tenemos un lugar en los negocios y las relaciones, pero cuando te esfuerzas por encima del común, consigues mayores oportunidades en una especie de círculo virtuoso.

Por el contrario, si emprendes la acción porque te sientes obligado, entonces, no estarás haciendo lo máximo que puedes. Esta actitud debe nacer del convencimiento interior y ser asumida no como una obligación o servilismo, sino con satisfacción personal. Esa es la forma de pensar de los ganadores y ¿a quién no le gusta ser un triunfador?

Si quieres hacer de este esfuerzo extra una manera de vivir, intenta lo siguiente:

-Vence la inercia y ponte en movimiento.

-Piensa constantemente en lo que quieres lograr.

-Visualízate con alegría disfrutando tu meta o recompensa.

-Impúlsate a dar siempre un poco más de lo que hace la mayoría de las personas.

Yo creo en el poder interior que todos tenemos, en las capacidades incluso inexploradas. Sé que tienes mucho para dar al mundo, a tu familia, a tus empleados, a tus proveedores, a tus amigos.

Hacer el mayor esfuerzo no implica querer probar nada a nadie, se trata de arriesgarnos a vivir y disfrutar la vida, con intensidad, que es lo que realmente importa. ¿Quieres intentarlo?