Tus finanzas pueden equipararse a tu estado de salud, porque tienen un impacto directo en el bienestar y la calidad de vida de las personas.

De igual forma, si tomas medidas a lo largo del tiempo, podrás gozar de una situación mucho más cómoda que aquellas personas que no se preocuparon por ejercitarse en las finanzas.

Puedes pagar la hipoteca antes de lo acordado, tener un fondo de retiro, gozar de vacaciones o hacerle frente a las emergencias sin comprometer tu patrimonio, si lo planificas. ¿Te parece irrealizable?.

Usar regularmente tus tarjetas de crédito te da la sensación de tener más recursos de los que cuentas en realidad y puede crear una bola de nieve que te coloque en verdaderos aprietos financieros.

“Vive como pocos ahora para que puedas vivir como pocos después” de esta forma Dave Ramsey, autor de algunos bestsellers sobre dinero y negocios, recomienda hacer grandes ahorros durante unos años, hasta lograr tener una estructura económica donde ahora sí, puedas vivir como pocos.

Un consejo puede ser que no adquieras nuevas deudas hasta que no hayas cancelado las anteriores, y eso implica no usar las tarjetas de crédito.

Aunque tengas años con tus tarjetas y te hayas acostumbrado a manejarlas, lo cierto es que los intereses de las tarjetas de crédito son muy altos y resulta hasta absurdo la cantidad que debes pagar cada mes. Lamentablemente la mayoría de las personas no pagan las tarjetas a tiempo y esto le genera altísimos intereses.

Por otro lado, diversos estudios confirman que la mayoría de las personas no saben manejar el crédito y terminan adquiriendo deudas que se les hacen casi inmanejables. De acuerdo al Instituto Estadounidense de Bancarrotas, el 69% de las personas que solicitaron sus servicios señalaron a las tarjetas de crédito como la causa de su ruina económica. ¿Te parece una razón de peso para evitar usarlas?

Entonces considéralo una y otra vez cada vez que sientas la tentación de usar tu tarjeta de crédito como “vía fácil” para pagar ese traje que tanto te gustó o ese almuerzo familiar. Si no puedes pagarlo de contado, entonces piénsalo dos veces antes de hacerlo.

Si se te hace muy difícil resistirte a usar las tarjetas de crédito, incluso puedes optar por medidas extremas como cortarlas por la mitad. A algunas personas les resulta.

Se trata de saber qué tanto deseas tener una vida de tranquilidad financiera, o si prefieres mantener un estatus actual elevado a costa de tu crédito. La regla más sencilla es que debes gastar menos que tus ingresos y tener un excedente para el ahorro, fondo de emergencias, jubilación y otros. Si persistes en mantener tu vida en base a tus tarjetas de crédito, estarás alejándote de tu objetivo. Tomar correctivos inmediatos, y hasta drásticos, pueden evitarte grandes quebraderos de cabeza. Si tienes dudas de poder lograrlo, ¡contacta a un ActionCOACH de tu ciudad y sorpréndete de los resultados!